jueves, 30 de julio de 2015

TODO TIENE UN PROPÓSITO

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
 ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte,
¿quién puede estar en contra nuestra? 
El que no escatimó ni a su propio Hijo,
sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?
Romanos 8:28, 31-32

Lo que no puedes calcular está al control de Dios porque Él conoce el principio y el fin, lo único que tienes que hacer es confiar, confiar porque estás segura de que amas a Dios y su Palabra declara que para esas personas todo ha sido dispuesto para su bien. Además esta confianza tiene como base su Poder y Soberanía para hacer algo bueno de cada cosa que te sucede, confiar en Dios implica creer que tiene autoridad para actuar en tu vida y que no deja cabos sueltos, no se distrae, no se enreda, Él siempre tiene el control.


Cuando estás seguro de que Dios está de tu parte el miedo no tomará las riendas de tu corazón porque si el Todopoderoso sale a tu favor no habrá nada ni nadie que pueda lograr hacerte daño, tal vez haya intentos por herirte, aniquilarte, lastimarte y alcancen, en ocasiones, a hacerte tambalear pero si el Padre Celestial fue capaz de entregar a su amado Hijo por ti pues no escatimará esfuerzos para que salgas victorioso de cada batalla que pelees, de hecho está dispuesto a darte cualquier cosa que le pidas siempre y cuando decidas amarle y entregarle tu vida porque no hay ninguna circunstancia que logre detener el amor de Dios por ti, pero su llamado puede implicar el rechazo de muchos eso sí, recuerda que cada circunstancia es una oportunidad para que Dios manifieste su gloria en tu vida.

lunes, 13 de julio de 2015

DOS PUERTAS ¿CUÁL ELEGIR?

Entren por la puerta estrecha. 
Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, 
y muchos entran por ella.
Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, 
y son pocos los que la encuentran
Mateo 7:13-14


Es verdad que a veces es complicado querer vivir una vida que le agrade al Señor, en especial en medio de un mundo que presiona a las personas a dar rienda suelta a todos sus deseos.  Jesús nunca dijo que fuera fácil por eso mienten todo aquellos que proclaman a Dios como dador de prosperidad y bendiciones sin parar, mienten quienes predican un cristianismo "light" como llave para la vida rosa, eso no fue lo que enseñó Jesucristo.

Por el contrario, Jesús habló de lo difícil que sería encontrar el camino al Padre, el camino a la vida eterna, es necesario encontrar la puerta estrecha que la cruza solo quien esté dispuesto a "meter barriga", quien se amarre la correa y tenga la entereza de decidir vivir conforme a Dios aunque ello le cueste el amor de todo el mundo, el precio a pagar es tomar siempre las decisiones teniendo en cuenta qué dice Dios en su Palabra y no el propio parecer, es renunciar a todo lo que en la vida desagrada a Dios, aunque parezca muy apetecible.

Es un camino angosto, no se puede ir en compañía porque es una decisión personal, nadie vive la vida para el Señor por delegación de otro, es cada uno, transitando el sendero estrecho, aquel que no tiene atajos y tiene un sólo destino: la vida, la vida plena y eterna que Jesús ha prometido a quienes lo eligen.

La puerta ancha y espaciosa permite caminar en zig-zag, hay suficiente campo, es posible arrastrar a otros allá porque todos caben, muchos la hallan y deciden cruzarla, viven como se los dicta su corazón, que por cierto es engañoso, viven el momento, diciendo comamos y bebamos que mañana moriremos (Isaías 22:13).

Definitivamente las multitudes no son lo mejor, Dios es un Dios personal, que hace pacto individual, que tiene una puerta para que la cruce solo quien quiere vivir la vida eterna, una vida eterna que empieza hoy si así lo decide cada uno y aunque el camino sea difícil lo seguro es un final feliz.

SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...