lunes, 30 de diciembre de 2019

PUEDES ESTRENAR TODOS LOS DÍAS

¡El fiel amor del Señor nunca se acaba!
Sus misericordias jamás terminan.
Grande es su fidelidad;
sus misericordias son nuevas cada mañana.
Lamentaciones 3:22-23

Se acaba el 2019 y de alguna manera tiendes a hacer balance de este año, calificándolo como "malo" o "bueno", siempre dependiendo de lo que esperabas en enero y lo que realmente sucedió, satisfecho por los logros alcanzados pero con cierta frustración respecto a aquello que no ha cambiado o peor aún, aquello que ahora está más complicado.

Y no es malo hacer el balance, es necesario, es bueno reflexionar sobre cuánto realmente luchaste por tus sueños, cuánto te esforzaste por alcanzar lo que querías, por qué Dios dijo no a ciertas peticiones o por qué simplemente aún no pasa nada. Sin embargo, lo que no es saludable es quedarse contemplando lo que pudo haber sido y no fue, alimentar los sentimientos de desesperanza y autoconmiseración. No, ese no es el plan del Buen Padre para sus hijos. 

Al contrario, que se acabe un año significa que llega uno nuevo y para los que creen en Dios y su Palabra, quiere decir que vienen 366 días para la misericordia de Dios, una nueva cada mañana.

¡Imagínate, el 2020 tienes un día más para recibir sus bendiciones!

Cuando venga la nostalgia decembrina recuerda que el amor de Dios jamás se agota, que siempre quedará una reserva de su misericordia para quienes han decidido acogerse a la sombra de Sus alas, Él es fuente inagotable de perdón, fidelidad y bendición, ante la tristeza puedes recordar que no llegará el día en que Dios te diga, lo siento, ya no tengo nada para ti. 

No, con Dios es distinto, Su Palabra asegura que cada día puedes esperar un nuevo regalo de ternura de parte del Señor, puedes vivir a la expectativa de lo que día tras día tu Papá quiere y puede darte. 

2020: Un año para ver 366 milagros


martes, 19 de noviembre de 2019

EL PELIGRO DE ESTAR CALLADO


Mientras guardé silencio,
mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día.
Mi fuerza se fue debilitando como al calor del verano,
porque día y noche tu mano pesaba sobre mí.
Pero te confesé mi pecado, y no te oculté mi maldad.
Me dije: “Voy a confesar mis transgresiones al Señor”,
y tú perdonaste mi maldad y mi pecado.
Salmo 32:3-5

Mucho se ha hablado de las consecuencias de no exteriorizar nuestras emociones, incluso se afirma de las enfermedades producto de callar, resulta que la Palabra de Dios también se refiere al tema y lo confirma, es decir, no es un hallazgo moderno, simplemente no habías leído la fuente original de estas conclusiones. 

En esta ocasión, el salmista habla de lo que sucede en el cuerpo cuando no reconoces que fallaste, tal vez no te guste la palabra pecado por la manera como la tradición te la ha presentado, sin embargo es real, pecar es ignorar lo que Dios dice y tomar decisiones de acuerdo a mi perspectiva limitada y finita y con estas características es imposible hacer siempre lo correcto, entonces, queda claro que vas a fallar, una y otra vez, Dios lo sabe y no por eso te ha cerrado la puerta, al contrario, reconoce tu condición y lo que pide es sinceridad, tratar de esconder tus errores solo agrava el problema.

Cuando quieres vivir a tu manera, desconociendo tus equivocaciones, cuando intentas ignorar lo que Dios dice respecto a tu proceder, hasta tu cuerpo lo siente, realmente tratar de desconocer al Señor tarde o temprano será evidente en cada área de tu vida, hasta en la física.

Sin embargo, hay otra opción y es acercarse a Dios con corazón genuino, que acepta sus errores, que sin omitir detalles, le cuenta al Padre sus defectos, sus desaciertos, no se trata de presumir santidad, se trata de ser completamente veraz, uno esperaría que un papá se molestara mucho cuando su hijo desobedece y realmente Dios se entristece pero no recibe a sus hijos con dedo acusador, por el contrario, tiene un corazón que perdona porque conoce nuestra condición. 

Detente hoy y toma un tiempo para confesarle al Padre tu rebeldía, exprésale cómo le has fallado, Él nunca va a despreciar un corazón sincero, pronto verás como todo tu ser te lo agradecerá, hasta tu cuerpo.




sábado, 7 de septiembre de 2019

¿ESPERAR? ¡ESTOY LISTO!

Con paciencia esperé que el Señor me ayudara,
y Él se fijó en mí y oyó en mí clamor
Salmo 40:1


Esperar es tal vez el verbo que en la vida diaria menos te gusta conjugar; te incomoda porque no tienes el control de la situación, estás esperando que otro decida o que esté disponible, puede ser que la ansiedad te hace sentir que estás perdiendo tiempo. No es agradable porque hay momentos que crees que ya puedes tener algo y no sucede porque hay que esperar

¿Para qué esperar? ¡Ya estoy listo!

Tal vez no, tal vez llegaste antes...

Piensa en una sala de espera, por ejemplo en un consultorio médico; en circunstancias normales, uno no ve la gente desesperada, uno ve la gente haciendo lo que se hace en ese lugar: Esperando. Muchos usan ese tiempo para leer, hablar, hacer una llamada, en fin pero no es el lugar para que los atienda el médico. No es usual ver a alguien gritando o peleando porque tiene la cita a las 6:00 p.m y son las 5:30 y no lo han atendido, no, simplemente debe esperar porque llegar más temprano no obliga al otro a atenderlo antes, es necesario aguardar el momento oportuno. 

Y la Biblia habla en ese mismo sentido, es necesario esperar y no solo eso, sino hacerlo con paciencia, es más, en este versículo el escritor lo que está diciendo es que esperó el doble, así como lees, al ver este pasaje en hebreo, la palabra kaw-vaw se usa para esperar y para paciencia, es el mismo vocablo, la diferencia es el tiempo porque una está en pasado y la otra es el adjetivo, es decir cómo esperas también es importante. 

No solo es perseverar sino hacerlo con una corazón tranquilo, eso muestra confianza en Aquel que escucha tu oración y no es indiferente, al contrario, Dios siempre está obrando de maneras tan inexplicables que no alcanzas a percibirlas y por eso por momentos piensas que no está haciendo nada. Sin embargo, cuando caminas por fe, crees en Su poder y Su sabiduría actuando a tu favor.

Decide dejar de pelear con el tiempo y cambia tu actitud de desespero por espera paciente, Dios ya te escuchó, ha atendido tu oración, incluso ya tiene listo un milagro a tu medida, lo único que falta es la disposición y momento correctos, eso mostrará un corazón dispuesto a descansar en la perfecta manera del Señor para hacerlo todo en tu vida.


lunes, 19 de agosto de 2019

DIOS PROVEERÁ

Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, 
conforme a las gloriosas riquezas que tienen en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19

Si hoy tienes una necesidad, si te hace falta algo, si no te alcanza, es el momento indicado para ir a la presencia de Dios a pedir, sin embargo, lo que debes tener claro para que no te llenes de ansiedad, es que la solución no depende de lo que ganas, de lo que puedes conseguir o de lo que está a tu alcance sino de los recursos de Dios. 
Si le pides a Dios es porque confías en que la respuesta depende de Sus recursos, no de los tuyos, eso es lo que te da ánimo, si dependiera de lo que puedes conseguir, no habría esperanza.

Cuando tienes fe no miras tus bolsillos ni tu presupuesto, tampoco tu salario ni tu ingresos sino la riqueza que Dios tiene para sus hijos, Su Palabra dice que Él provee de acuerdo a Su capital que es ilimitado y multiforme, por eso puede aparecer de la manera que cada uno necesita. 

Uno de los nombres de Dios es Jireh, que significa proveedor, la historia se encuentra en Génesis 22:1-19, cuando Él mismo proveyó para que Abraham hiciera sacrificio, pero antes de que eso sucediera, este hombre tuvo que entregar aquello que más amaba, mostrando así su total confianza en el Señor. 

Por eso, sin importar la crisis que estés atravesando, recuerda que Dios siempre dará la provisión no solo para aquello que te mande sino porque de verdad tiene los recursos necesarios, suficientes y abundantes para dártelo todo, apela al carácter proveedor del Padre y espera confiado en su respuesta

miércoles, 7 de agosto de 2019

ÉL ES MI PASTOR

El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes pastos me hace descansar.
Junto a tranquilas aguas me conduce;
Salmo 23:1-2

El Salmo 23 es, probablemente, uno de los más conocidos, memorizados y repetidos; aunque parece muy sencillo, encierra grandes verdades que hablan de cómo es Dios y qué puedes esperar de Él. 
Por eso para entender a cabalidad por qué David aseguró que Dios era su Pastor, es necesario revisar algunas de las funciones de esta labor.

Un pastor:
  • Guía y gobierna su rebaño, las ovejas son miopes y por eso no ven a gran distancia, es ahí donde su pastor va dirigiendo su camino para que no se pierdan.
  • Está pendiente de que cada oveja coma lo suficiente que debe ser al menos el 10% de su peso.
  • Se asegura de que la oveja tenga libre acceso al agua y que esta sea fresca y corriente, no estancada.
  • Limpia y desinfecta las heridas de la oveja.
  • Les pone nombre de acuerdo a sus características porque las conoce muy bien.
Piensa ahora que así Dios te trata, como a una oveja que no puede ver más allá de lo que hoy está sucediendo y por eso te va guiando, además el rebaño solo escucha y atiende la voz de su pastor, igualmente Dios quiere que tú escuches su voz y la sigas, no escuches lo que otros quieren decirte, atiende la voz de quien mejor te conoce y además tiene el control y poder sobre todo.

El Señor está pendiente de proveer lo que tú necesitas, es el dador perfecto que suple tus necesidades, no quiere darte migajas sino que tiene los mejores pastos para que tengas descanso, no te afanes por tus faltantes, acude al Pastor para que te los dé. Cuando sientas sed, díselo porque sus aguas son aquellas que acaban con la sed para siempre, son  las mejores aguas que fluyen y siempre están frescas, realmente Él sabe cuál es la fuente que puede suplir tu carencia.

Dios te conoce de forma perfecta, te ha puesto nombre y valora tu singularidad, eres su persona favorita y se deleita cada vez que te mira, sonríe cuando le buscas, se alegra cuando sigues su voz y está dispuesto a limpiar tus heridas porque es el Perfecto Pastor. 

Muchos años más tarde Jesús validó esta figura al decir de sí mismo, yo soy el Buen Pastor que estuvo dispuesto a dar su vida por sus ovejas, la respuesta del rebaño debería ser escucharlo y seguirlo (Juan 10).




miércoles, 26 de junio de 2019

DECIDE OBEDECER

No me quites de la boca la palabra de verdad, 
pues en tus juicios he puesto mi esperanza.
Por toda la eternidad obedeceré fielmente tu ley.
Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos
Salmo 119:43-45

Llenarse de la palabra de verdad solo es posible si te alimentas diariamente de la Palabra de Dios, es en Sus promesas donde debes poner tu confianza, lo que sigue es recorrer el camino de la obediencia pues es esto lo que te dará libertad para pedir respaldo del Señor y te asegura Su presencia en todo lo que emprendas si fielmente sigues los consejos que te da. 

El asunto es si realmente estás dispuesto a hacer un pacto como lo hizo el salmista, en estos versos está asegurando que toma la decisión de anhelar siempre tener palabra de Dios para responder, obedecer a Dios en todo y por siempre; seguro va a fallar, así como tú vas a caer en algún momento; lo relevante es que hay un anhelo sincero en el corazón de andar el sendero que el Señor le ha trazado.

La obediencia trae libertad para vivir como Él quiere que lo hagas, eso será evidente en tu actitud y hasta en tu semblante, se notará el gozo que brota de un corazón que ha decidido escuchar y seguir la voz de Dios, la obediencia redunda en alegría y no se puede ocultar. Sin embargo, para obedecer, debes empezar por escuchar qué se te está mandando, y eso solo es posible si tomas la determinación de cultivar tu relación con el Padre Celestial y convertirla en una prioridad, que tu primera conversación de la mañana sea con Él, que Su Palabra sea el alimento para iniciar cada día. Así lo hizo Jesús y es el ejemplo perfecto de dependencia del Padre. Cuanto más tiempo leas, estudies y medites en Su Palabra, más natural te resultará seguirla.

Si aún no tienes el hábito de leer la Biblia, hoy es un buen día para empezar, con el tiempo verás cuántas cosas tiene Dios preparadas para ti que siempre habías desconocido.



jueves, 13 de junio de 2019

PRIMER PASO: RECONOCER

Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.
Ten compasión de mí, oh Dios, 
conforme a tu gran amor; conforme a tu inmensa bondad, 
borra mis transgresiones. 
Salmo 51:1-2
  
Seguramente no te gusta que te digan que eres pecador, sin embargo, eso no supone que no lo seas; ese disgusto puede ser porque muchas veces se pretenden clasificar los pecados en graves, menos graves, normales o algunas otras categorías que son solo intentos del hombre por justificar sus faltas y agravar las de los demás. La verdad es que pecado es ser indiferente a Dios, ignorar sus preceptos o desobedecerlos.

El primer paso es admitir tu condición humana de debilidad y de tendencia a alejarte de lo que el Señor quiere, en este pasaje David estaba reconociendo su equivocación, finalmente se atrevió a aceptar su fragilidad y con corazón sincero se acercó a Dios para pedir ayudar y apelar a Su misericordia, era lo único que podía hacer luego de haber seguido sus instintos olvidando al Rey; David supo que había hecho lo malo, se había desviado del propósito que se le había dado y ahora, con corazón arrepentido venía a buscar a Dios porque sabía que Él era la única solución.

La confesión es el principio de la restauración que Dios quiere hacer en tu vida, en vano serán tus esfuerzos si no empiezas por analizar tus acciones y exponer, en la presencia del Señor, tus errores. En primer lugar, porque es imposible ocultarle algo al Omnisciente, además, la sinceridad de tu corazón significa que reconoces cuánto lo necesitas y tu incapacidad para manejar tus flaquezas pues tus fuerzas son limitadas.

No te tardes más, el Señor está esperando que hables con total franqueza, no para juicio o condenación sino para responder en Su amor, por eso no hay temor en hablarle de tus desaciertos, estás ante el Padre para clamar por compasión, no nos acercamos al Dios de justicia sino al Dios de misericordia, hoy puedes ir ante Él confiando en Su gran amor que nunca se agota. Nunca faltará Su compasión para un corazón sincero, es así que vas a Él cuando has fallado, con humildad y en medio de la profunda necesidad de Su ayuda porque no hay otra forma para hallar perdón y volver a levantarse.

jueves, 30 de mayo de 2019

TE HIZO, TE SOPORTA, TE LLEVA Y TE GUARDA

Y hasta la vejez yo mismo, 
y hasta las canas os soportaré yo;
yo hice, yo llevaré,
yo soportaré y guardaré.
Isaías 46:4.


Dios no se cansa de ti, Dios no se cansa de cuidarte, Dios no se cansa de protegerte, lo ha hecho hasta hoy y lo seguirá haciendo. No importa si ya estás peinando tus canas, Dios te sigue cuidando como su niño consentido, el verbo soportar, significa que Dios te lleva cargado, no serás tú quien tenga que hacer la fuerza porque Él la hará toda por ti, Él sí puede soportar todo el peso de las cargas que hoy llevas a cuestas, así que puedes confiar en que no estás solo librando esta batalla.

Además, Dios, el Creador, te hizo, no para dejarte tirado en el camino sino para vivir contigo y apoyarte en todo lo que necesites, no para ocuparse durante un tiempo y ya, sino para estar a tu lado siempre, hasta que estés viejito, Dios, el mismo que hizo los cielos y la tierra, se hace responsable de ti, no te va a abandonar, no va a descuidar la obra de Sus manos. Un día el Padre Celestial decidió hacerte para tomarte siempre en Sus brazos de amor, Dios se encarga de alzarte cuando hayas caído, es más, este llevarte también implica que está dispuesto a perdonarte cuando confiesas tus pecados, no te va a desamparar, no hay nada que pueda hacer que Él se aleje de ti, Él no puede faltar a Su Palabra, ya lo prometió y no va a fallar. 

Dios no solo ha estado dispuesto a hacerte, a soportarte y a llevarte, también te guardará, quiere decir que te libra de lo que te ha querido tener preso, Dios rompe cadenas que en tu vida te están impidiendo sentir Su protección, así que no tiene sentido que vivas de otra forma que no sea la libertad que tu Padre te ha prometido.


lunes, 20 de mayo de 2019

PRIMERO LA OBEDIENCIA

Por eso, cumplan todos los mandamientos que hoy les mando, 
para que sean fuertes y puedan cruzar el Jordán
y tomar posesión de la tierra.
Deuteronomio 11:8

Con Dios primero es la obediencia y luego la bendición; el Señor te está pidiendo obediencia absoluta, todos sus mandamientos los ha dejado para protegerte y para fortalecer tu carácter mientras llega ese milagro por el que has orado. 

Si lees todo Deuteronomio 11, vas a encontrar que el Señor les hace un repaso de lo que podría suceder si deciden andar por su propio camino y les recuerda las maravillas que Dios ha hecho a favor de su pueblo, por eso cuando tengas dudas respecto a obedecer, mira hacia atrás, recuerda las consecuencias de tu rebeldía y haz memoria de lo que ha sucedido cuando decides escuchar la Voz de Dios; Él hace milagros, Él va a respaldar tu fidelidad, no te dejes desanimar si en principio pareciera que no tiene sentido, sigue perseverando en lo que Dios pide que hagas y Él se encargará de retribuirte, a Su tiempo y a Su manera.

De verdad tu Padre quiere lo mejor para ti, quiere prolongar tu vida, que sea abundante, productiva, de fruto, pero recuerda, la bendición solo va precedida de obediencia.

Ten presente que Dios te está diciendo que la fortaleza que necesitas la vas a hallar en la obediencia, haz una oración sincera preguntándole qué quiere que hagas, qué decisiones debes tomar, qué debes abandonar o qué debes conservar, esta oración debe ir acompañada de la firme decisión de obedecer sin importar qué tanto te guste la respuesta, puedes confiar porque la obediencia te prepara para las batallas que en adelante librarás ya que no estarás peleando en tus fuerzas sino descansando en el Señor.

Dios te está dando hoy a elegir entre la desobediencia que lleva la separación de Dios y de su protección o la obediencia que te llevará a tomar posesión de aquello que ya te ha prometido. 

No desesperes, Él lo dijo, Él lo hará


jueves, 25 de abril de 2019

EMPIEZA UNA NUEVA HISTORIA

He aquí que yo he puesto en Sion
por fundamento una piedra,
piedra aprobada, angular, preciosa
de cimiento estable, 
el que creyere, no se apresure
Isaías 28:16

Hay momentos donde crees que lo has perdido todo porque aquello por lo que venías luchando y hasta orando, de repente se termina, sin embargo en los planes de Dios muchas veces los finales son tan solo el comienzo de lo que Él tiene preparado para ti.

Si es este tu caso hoy, piensa que tal vez lo que sucede es que realmente se empieza a escribir una nueva historia, Dios dice que pone fundamento para edificar en tu vida pero es necesario que te tomes esto con calma, no apresurarse es una muestra de fe, si de verdad le crees, no actúes a la ligera, en lugar de eso debes adherirte al Señor con todo tu corazón, ese será tu apoyo seguro, eso te va a garantizar la bendición. Quédate tranquilo y atento a lo que Él va a hablar y va a hacer porque así tú no lo veas, Él está trabajando a tu favor. Estás creyendo en la Verdad, razón suficiente para descansar.

Decide creer que Dios es el Arquitecto perfecto y que construye sobre el cimiento estable que es su Hijo. Jesús es la Piedra probada, angular y preciosa, es Él pilar estable y si confías plenamente, no andarás desorientado. En este momento tu Padre está comenzando una nueva construcción y lo que se edifique, tendrá como base a Cristo, eso garantiza la firmeza y solo eso puede darte la seguridad frente a la incertidumbre del futuro. 


martes, 19 de marzo de 2019

ABATIDOS Y TURBADOS

¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Salmo 43:5

Hay circunstancias en la vida que pueden llegar a desanimarte de forma tal que pierdes la esperanza, tu corazón puede sentirse abatido y turbado, como estaba el alma del salmista. 

Estar abatido es sentirse decaído, sin ánimo, te faltan las fuerzas y se ha perdido el vigor, en hebreo esta palabra se usa para el sentimiento de humillación o cuando alguien se esconde porque está reducido y débil, y así te puedes sentir en ocasiones, burlado por otros, con ganas de estar solo porque no te quedan alientos para continuar o simplemente ya no quieres seguir porque tu energía se agotó. 

Por otro lado, estar turbado tiene que ver con la interrupción del estado natural, implica una suspensión violenta de la quietud y en el hebreo también se usa para referirse a sentirse alborotado, bramando conmovido, es decir, haciendo sonidos fuertes con un alma desalentada. ¿No es así como te sientes a veces? La paz que venías sintiendo de repente se esfuma ante un hecho que cambia por completo tu situación.

Sin duda el corazón se siente triste y es ahí donde se pone a prueba tu fe, ¿cuál es tu actitud frente a los problemas? El versículo de hoy nos muestra una postura de entrega a Dios, no se trata de esconder lo que realmente sientes sino llevarlo a la Presencia del Padre porque sabes que no hay mejor manera de procesarlo, lo que sigue es alabanza porque reconoces que sin importar qué estés viviendo, Dios es digno de tu adoración, no hay ninguna excusa para no evocar Su grandeza y Su poder.

La solución al abatimiento es aferrarse al Señor y a sus promesas, confiar en su misericordia, clamar por su amor, permite que Su presencia te rodee, ante una tristeza extrema lo mejor es oración sincera, decirle a Dios que pareciera que a veces te ha abandonado, allí cuando sientas que Dios se ha ido, lo mejor es recordarle a mi alma que Dios es digno de alabanza. Dios se mueve cuando no te miras tanto sino que pones tus ojos en Él. La manera de olvidar las miserias y circunstancias difíciles es fijar la mirada en el Dios de misericordia, Dios es la fuente de bondad que necesitas hoy.

Somete hoy tu voluntad a Dios, alábalo aunque no sientas ganas, dile a tus emociones que quien realmente te gobierna es el Dios de Israel y con tu mente decide reconocer cuán grande es el Señor




jueves, 10 de enero de 2019

TODO ES TODO

El amor todo lo sufre, todo lo cree, 
todo lo espera, todo lo soporta.
1 Corintios 13:7


Se habla tanto del amor pero se conoce tan poco sobre él, hay una visión tan restringida de lo que significa, hasta la RAE se queda corta para expresar lo que realmente es porque lo reduce a sentimiento, reciprocidad y hasta tendencia a la unión sexual (Amor). Muchas veces creemos que amar es poseer, controlar, vigilar o dominar, otras das amor sí y solo sí te corresponden y eso es solo retribución.

¡Qué limitada es la definición humana del amor!

Amar significa sufrimiento cuando realmente te preocupa el otro, no porque sea una relación masoquista sino porque en el afán de amarlo muchas veces olvidas tus necesidades para darle prioridad al ser amado y eso a veces implica dolor, si no lo crees, pregúntale a una mamá primeriza cuando empieza el proceso de amamantar; duele, cuesta, incomoda pero todo eso vale la pena por ver la cara de satisfacción de su hijo cuando lo alimenta y el vínculo afectivo que eso crea.

Cuando amas crees en el otro y tienes la capacidad de perdonar cuando falla, el amar siempre significará da una oportunidad una y otra vez, reconociendo que también tú necesitarás un día ser perdonado y aceptado de nuevo, no usa el error del otro para vergüenza o venganza, por el contrario, lo ayuda a levantarse y a empezar de nuevo juntos.

Cuando amas a alguien soportas lo difícil que cualquier vínculo afectivo supone porque en medio de las dificultades te importa más la relación que ganar una discusión, hasta puedes dar la razón sin que el otro la tenga, lo de menos es quién gana el punto, lo relevante es que lo amas y eso está por encima de controversias, muchas veces, insignificantes. 

Y así es el amor de Dios para ti, ha sufrido hasta la muerte por darte salvación, no le importó dejar el cielo para venir a padecer la Cruz, lo importante no era que Él estuviera bien sino restablecer la relación contigo. 

Dios cree en ti y espera que lo elijas; el libre albedrío es una gran muestra de Su amor, era la manera de asegurarse de que tú lo escogieras. Sin embargo, cuando fallas Él sigue amándote, es más, tu Padre Celestial es Dios de oportunidades y siempre te va a esperar, espera el día que Jesús sea tu elección, ha soportado tu indiferencia pero sigue amándote, estas son razones suficientes para que tú también decidas amarlo porque la mejor manera de amar es amando.

Hoy es un buen día para responder al amor de Dios y apartar un tiempo para decirle que lo eliges a Él, que decides seguir a Cristo y que permitirás que su Santo Espíritu te guíe.


¡Feliz 2019 de la Mano de nuestro Buen Dios!





SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...