miércoles, 25 de noviembre de 2015

TOMAR DECISIONES CON ÉL

El Señor dice:
    «Yo te instruiré,
    yo te mostraré el camino que debes seguir;
    yo te daré consejos y velaré por ti.

Salmo 32:8


Si hay algo complicado en la vida es tomar decisiones, en realidad el temor a equivocarse puede llegar a dominar y paralizar, nadie quiere errar, una de las razones es porque es difícil asumir responsabilidades cuando algo sale mal, por eso muchas personas prefieren no decidir y dejar que otros tomen la iniciativa así evaden cualquier compromiso y pueden culpar a alguien más. Eso se llama cobardía y comodidad. 

Sin embargo no es lo que Dios quiere para sus hijos, Él quiere hombres y mujeres decididos, valientes, seguros y hasta arriesgados, no de manera irresponsable sino confiando en que Dios los respaldará en sus caminos mientras anden de su Mano. Esto implica obediencia y sumisión, Dios mismo dice en el versículo de hoy que Él instruirá, aconsejará y cuidará, lo cual implica que te acerques a su Palabra para buscar dirección.

Nunca tomes una decisión sin buscar qué dice el Señor respecto al tema, si es necesario busca ayuda de personas que puedan aconsejarte y que también tengan a Dios en sus corazones, además debes estar pendiente a las oportunidades que el Señor mismo va poniendo o quitando. Si nuestro Padre Celestial prometió su respaldo seguro lo vas a tener, ten presente que Él puede guiarte, puede abrirte o cerrarte caminos, puede enviar el mejor consejo y a lo largo de tu proceso va a cuidarte, no dependas de tus emociones ni de tus capacidades, depende de la instrucción, guía, enseñanza y cuidado de tu Papito Dios.



viernes, 20 de noviembre de 2015

NI TARDE NI TEMPRANO

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.
A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo,
se quedó dos días más donde se encontraba.
Juan 11:5-6

Creo que todos han escuchado sobre la resurrección de Lázaro, sin embargo, leyendo este pasaje hay aspectos previos que impactan porque realmente el propósito de Dios finalmente se cumple aún cuando a primera vista pareciera que no hay solución.
 
Por estos versículos queda claro que Jesús era amigo cercano de estos tres hermanos y los amaba. Sin embargo una vez recibe la noticia de la enfermedad de este hombre se quedó dos días más donde se encontraba. Seguro esta no era la reacción que se esperaba de un amigo cercano, además porque las hermanas del difunto conocían del poder de Jesús y le avisaron con la esperanza de que el dejara todo lo que estaba haciendo para ir y sanar a Lázaro y lo que sucede es que se queda dos días más.
 
¿Acaso no le importó?
¿Se iba a quedar quieto ante esta situación?
¿Es Jesús indolente?
 
Para nada, posteriormente vemos a Jesús llorando por el dolor que causaba la muerte de su amigo, sin embargo, permaneció dos días más donde se encontraba porque sabía que Dios tendría un propósito glorioso con esta situación, Jesús no llega temprano, tampoco se demora, simplemente es oportuno. Muchas  veces la reacción ante una dificultad es dejar todo tirado y tratar de resolver la situación de cualquier manera, eso no es confiar en Dios y en su Poder, eso es intentar resolver las cosas de forma humana, Jesús esperó, Jesús confiaba en el respaldo de su Padre también en esta situación, sin duda Jesús sabía que a Dios no lo detiene la enfermedad ni la muerte.
 
Piensa hoy en ese problema que crees que ya no tiene solución, cuéntale a Jesús, seguro Él no va a venir inmediatamente pero llegará a tiempo, simplemente confía.
 
Ante tu pesimismo mira lo que Jesús contesta:
 
 
 
 
 

lunes, 9 de noviembre de 2015

DAR GRACIAS EN LA VICTORIA

David dedicó al Señor la letra de esta canción cuando el Señor lo libró de Saúl y de todos sus enemigos. Dijo así:
«El Señor es mi roca, mi amparo, mi libertador;
es mi Dios, el peñasco en que me refugio.
Es mi escudo, el poder que me salva,
¡mi más alto escondite! Él es mi protector y mi salvador.
¡Tú me salvaste de la violencia!
2 Samuel 22:1-3

David estaba feliz por la victoria que el Señor le había dado y su actitud fue de alabanza al Señor, este rey reconocía que la victoria no se había dado por su fuerza, porque fuera un buen militar, por su inteligencia sino porque el Señor era quien ganaba por él, muchas veces oras en medio de una situación complicada y recibes respuesta pero olvidas dar las gracias a quien actuó a tu favor, olvidas decirle gracias a Dios y simplemente piensas que has salido bien porque eres muy inteligente en tus decisiones o porque eres muy de buenas. David tenía claro que el Señor era su roca, la roca firme que no le permitía resbalar, que Dios era amparo en medio de las dificultades, que era su libertador cuando parecía que sus enemigos le quitaran la libertad.

Es real, Dios es refugio para quienes viven batallas que parecen imposibles de ganar, cuando ya no quedan fuerzas, cuando te sientes incapaz de seguir peleando, papá Dios es tu escudo protector y el poder que te salva, si estás en medio de una gran pelea clama al Señor por su poder y si ya has ganado dobla tus rodillas y dale las gracias. Sólo Dios tiene el poder para enfrentar lo que estás viviendo y sólo Él merece la honra por las veces que has ganado.

El Señor es confiable, es escudo protector, es quien no deja que te hagan daño, sólo Él escucha tu clamor y responde porque tiene poder para salvar, vale la pena entregar todas tus peticiones a quien creó todo de la nada, a quien salva de las muchas aguas, a quien reconoce y bendice las obras de sus hijos, a quien salva a los afligidos, Él alumbra tus tinieblas, te da firmeza para que en medio de las alturas permanezcas firme, siempre está dispuesto a despejar tu camino y es quien puede librarte cuando el violento quiera atacar.

¡Entrega tus batallas al Señor y no olvides alabarlo cuando te de la victoria!






jueves, 5 de noviembre de 2015

NIÑOS MIMADOS = ADULTOS ALTANEROS

Adonías, el hijo que David había tenido con Haguit, era un joven bien parecido. Había nacido poco después que su hermano Absalón. David nunca había corregido a Adonías ni le había preguntado por qué hacía esto o aquello. Y así, Adonías comenzó a presumir de que él sería el próximo rey de Israel. Preparó carros de combate, soldados de caballería y cincuenta guardaespaldas que lo protegieran. Además, buscó el apoyo del sacerdote Abiatar y de Joab, que era el jefe del ejército, e hizo un trato con ellos. La madre de Joab se llamaba Seruiá.
1 Reyes 1:5-7

La verdad escribir sobre el tema es un tanto incómodo en especial porque no todos los lectores son padres o madres, pero es necesario, tal vez no lo son pero son hijos así que vale la pena.

El rey David estaba próximo a morir, todos lo sabían y lo obvio era que llegara alguno de sus hijos a sucederlo, Adonías no esperó que le hicieran el ofrecimiento sino que por su cuenta organizo su ascenso. Su vanidad le hizo pensar que era merecedor de tal honor, era un muchacho apuesto, según nos dice la Palabra de Dios, tal vez por eso en parte creyó que lo haría muy bien, sin embargo, hay un detalle más adelante que puede ser la respuesta a lo inflado del orgullo de este muchachito: David nunca había corregido a Adonías ni le había preguntado por qué hacía esto o aquello.

¿Cómo? ¡Su papá nunca lo corrigió!

Nunca le puso límites, nunca le demandó explicación por sus comportamientos, lo complejo del asunto es que con preocupación esos padres abundan, ahora estamos frente a la crianza de niños sin disciplina, sin normas, sin tolerancia a la frustración porque muchos papás están diciéndole hoy a sus hijos, tácitamente, que todo lo merecen, que todo les es permitido, que no hay normas que cumplir, parece inofensivo darle a un niño lo que pide, finalmente es un niño y no es hora de amargarle la vida.

¡Grave error! El mensaje que están sembrando es que siempre en su vida obtendrán lo que quieran a cualquier costo, que con pataletas podrán lograr sus objetivos, que no es necesario obedecer a las autoridades, que las normas existen para incumplirlas, que nadie tiene porqué mandarlos. No es exageración, es en los primeros años que se puede formar el carácter de quienes un día serán adultos, hay que educarlos pensando que en el futuro estarán sin sus papás, un niño mimado sufre mucho porque tarde o temprano va a encontrarse con la realidad y es que por fuera del hogar el no es un rey.


La disciplina con amor no hace daño, por el contrario, enriquece, hace mejores personas, forma seres humanos con carácter firme pero con la humildad de someterse, hombres y mujeres recursivos que valoran lo que consiguen con esfuerzo, que un día van a poder tener cargos de dirección y liderazgo porque ellos mismos aprendieron el valor de la autoridad.

SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...