EN SU NOMBRE

Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, 
yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo.
Lo que pidan en mi nombre, yo lo haré.
Juan 14:13-14

Si entendieras realmente el poder de la oración orarías más y te desesperarías menos, tienes que saber que la oración es la respuesta a cada situación que vives, hay momentos tan complejos que aunque tengas toda la intención de arreglar un problema simplemente no tienes la capacidad, es decir, no tiene sentido preocuparse por lo que no puedes cambiar simplemente por eso, porque no lo puedes cambiar, tienes dos opciones frente a ese sentimiento de impotencia: Desesperarte y sumirte en el dolor o entregar el asunto a Dios en oración, luce tan simple, entonces... ¿por qué es tan difícil? Pues porque desconoces o has despreciado el poder de la oración.

Mira las palabras de Jesús en el versículo de hoy: CUALQUIER COSA, o sea TODO lo que pidas en el nombre de Jesús será hecho para mostrar la Gloria y el Poder de Dios Padre, así que en adelante ora en el nombre de Jesús, invócalo en tus plegarias, apela al Poder de intercesión que el Hijo tiene ante el Padre, pide conforme a sus mandamientos porque el no va a responder algo que contradiga o quebrante su Palabra pero ora confiando en que Dios va a responder, ora creyendo que aún en medio de la peor dificultad el Señor tiene la capacidad para obrar a tu favor, Él tiene el poder para derribar montañas, ora pidiendo misericordia porque no hay nada en tu vida que Él no pueda perdonar si ve un corazón arrepentido.

La tarea para esta semana es: cuando llegue un momento complicado decide no reaccionar emocionalmente sino tomar un tiempo para orar, cualquier lugar y momento son buenos: el baño, el bus, manejando el carro, antes de dormir. Lo importante es activar el Poder de Dios, Él simplemente está esperando que abras tu boca para actuar.

UNA SEMILLA, VARIOS TERRENOS

 ¡Pongan atención! Un sembrador salió a sembrar. Sucedió que al esparcir él la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron, de modo que no dio fruto. Pero las otras semillas cayeron en buen terreno. Brotaron, crecieron y produjeron una cosecha que rindió el treinta, el sesenta y hasta el ciento por uno.

Mateo 4:3-8

En este pasaje habla Jesús, solía hacerlo por parábolas y en muchas ocasiones usó situaciones de la agricultura, así su público podría aprender mejor sus enseñanzas e incluso sería más fácil ponerlas en práctica; sin embargo muchos no entendían y más adelante Él mismo la explica, es un paralelo con la Palabra de Dios y las diversas formas como las personas la reciben, la asimilan o la ignoran.

Los sembradores son quienes han decidido no quedarse callados con el mensaje que han recibido de parte del Señor, Jesús también les habla a quienes comparten la Palabra para que no se desanimen si no reciben la respuesta que esperan. Hay muchos factores que impiden que la Palabra del fruto que Dios espera y Jesús las describió en esta parábola del sembrador

·         Satanás: Está empeñado en que las personas no conozcan a Dios, pone confusión, engaña y distrae con varios factores que impiden que las personas se concentren en conocer a Dios, esta es la semilla que cayó junto al camino y los pájaros se la comieron

·         Problemas: Otra semilla cayó entre piedras y no pudo echar raíces, es decir si alguien no tiene suficiente confianza en Dios y en sus promesas fácilmente se va a apartar del camino del Señor tan pronto sufra algún tipo de persecución o burlas por su fe.

·         Los afanes actuales: El acelere por conseguir dinero, la adicción al trabajo, la obsesión por la moda, el culto al cuerpo, en fin, lo que ahora está determinando la vida de tantas personas, esos son los espinos que ahogan la Palabra y no la dejan fructificar.

Pero hay semilla que cae en buen terreno, en un corazón dispuesto a escuchar la voz de Dios. Reflexiona y piensa qué tipo de terreno eres y si es del caso toma decisiones, no sigas ignorando lo que el Padre Celestial te ha hablado.

POCOS RECURSOS PARA VER MILAGROS

 El Señor le dijo a Gedeón: 
«Con los trescientos hombres que lamieron el agua, 
yo los salvaré; y entregaré a los madianitas en tus manos. 
El resto, que se vaya a su casa.
Jueces 7:7

Este capítulo habla de la derrota de Gedeón a los madianitas, desde un principio el ejército enemigo los superaba en número, eso no sirve de aliento para ningún dirigente, sin embargo, la orden del Señor fue reducir aún más el ejército y tan sólo usar 300 de los 32.000 hombres que inicialmente hacían parte de esta armada, es una reducción brutal sobre todo porque la guerra ya era inminente, el primer filtro fue pedirle a los que tenían miedo que se retiraran, lo mismo sucede en tu vida, el miedo no te deja pelear las batallas, la derrota se da por anticipado para quienes no se atreven siquiera a ponerse las botas.

Luego hay otra reducción, aquellos hombres que lamieron el agua con la mano harían parte del ejército victorioso, tal vez porque los otros invirtieron tiempo en agacharse, arrodillarse, ponerse cómodos y ahí si beber, no era momento, la guerra estaba a punto de estallar, tenían que ser ágiles y menos complicados.

Pero más allá de las razones de la elección, lo importante acá es ver que los pocos recursos son la forma que Dios tiene para revelar su Omnipotencia, la escasez precede la gloria de Dios. El Señor conoce exactamente las situaciones que estás viviendo pero tal vez hará ajustes para revelar su poder y su perfección, la idea es que cuando salgas victorioso todo el tributo se le de a Dios y no a tu buen desempeño o excelentes decisiones. Tal vez Dios quiere desarrollar humildad en ti, ten presente que tus logros son obra de Su magnificencia y no de tus capacidades.

Tener un corazón humilde te sirve para:

• Ser humilde
• Ubicarte
• Alejarte de la ira
• Controlar tus emociones

Recuerda que Dios puede hacer mucho más de lo que en tus fuerzas podrías alcanzar, además Él ya ha triunfado sobre tus enemigos, sólo basta que le expongas al Señor tus temores y Él te irá diciendo qué hacer.

MANUAL DE VIDA

La ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo.
8 Los preceptos del Señor son rectos:
traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro:
da luz a los ojos.
Salmo 19:7-8

Cuando compras un aparato nuevo recibes también el respectivo manual y por lo general lo ignoras y prefieres aprender a manejarlo de manera empírica o pidiendo ayuda a quien ya lo tiene, es absurdo porque nadie mejor que el fabricante conoce el funcionamiento y propiedades del aparato, sin embargo no lo desempacas, simplemente lo dejas en la caja y procedes a estrenar la nueva adquisición, un día el aparato se daña y buscando al técnico te dicen... ahhh es que no se le puede hacer esto o aquello, mire que en el manual dice... y ahí recuerdas que nunca leíste el manual, no lo viste necesario pero lo era.

Lo mismo sucede en tu vida, estás ignorando la Palabra de Dios, no la estás leyendo, no te estás exponiendo a ella, no la estás compartiendo, por eso a veces no sabes como manejar tu vida, no eres capaz de tomar decisiones, te equivocas en lo obvio porque tu fuente no está siendo la verdadera Fuente, ¿quién te conoce mejor que quien te creó? ¿entonces porqué no lo buscas?

Mira lo que dice el verso de hoy, esta ley es perfecta para darte aliento cuando lo has perdido, te da confianza porque todos tus pasos los das consultando al Señor, no habrá temor porque sabes que Dios te respalda, traen tranquilidad al corazón porque son verdaderos, la Palabra de Dios alumbra tus ojos aún en la más tenebrosa oscuridad, como vas a saber lo que el Señor dice de ti si no estás leyendo su Palabra, entonces crees en lo que piensas de ti o en lo que otros consideran que eres pero no en la Verdad, sólo quien te hizo te conoce por completo.

La Palabra de Dios es perfecta y convierte un alma amargada, triste, desmotivada en un corazón lleno de gozo que no se altera cuando las cosas no salen bien, da sabiduría para manejar el día a día y no enredarte con lo cotidiano.

Cuando no sepas qué hacer pregúntale a tu Creador, seguro su Palabra tendrá la respuesta.