miércoles, 31 de agosto de 2016

REACCIONAR EN ORDEN


Así que David consultó a Dios:

—¿Debo atacar a los filisteos?
¿Los entregarás en mi poder?

—Atácalos —le respondió el Señor —,
pues yo los entregaré en tus manos.

1 Crónicas 14:10

Los filisteos ya sabían que David había sido ungido rey y quisieron atacarlo para tratar de frenar su poder; lo sorprendente y que te debe servir de ejemplo es que el recién elegido majestad, no se llenó de orgullo por su posición, sino que consultó a Dios, eso debería ponerte a pensar en tus reacciones ante los ataques, tal vez respondes a las provocaciones de manera rebelde, belicosa o altanera. O quizá cuando enfrentas dificultades empiezas a elaborar estrategias, buscar soluciones, tocar puertas o te estresas y realmente nada de eso ofrece solución.

David hoy te da ejemplo de lo que primero se te debe ocurrir ante los avatares que no faltan. Antes de llamar a sus comandantes y de organizar su ejército para la inminente batalla, consultó a Dios, ese es el orden, primero debes hablar con el Señor y esperar su respuesta, luego Él se encargará de abrir camino y mostrarte por dónde y cómo debes dirigirte.

Ahí surge otro punto y es que David hizo exactamente cómo Dios le mandó, no es sólo orar, consultarle y ya, es también estar dispuesto a obedecer, de lo contrario es como si sólo le informaras tus intenciones pero sin disposición a cambiar tus planes si así Él lo quiere, por eso, antes de cualquier decisión es primordial la ayuda celestial, así el Señor se va a encargar de todo porque confías en que Él tiene el control



viernes, 19 de agosto de 2016

LIBRE O LIBERTINO, ELIGE


Les hablo así, hermanos,
porque ustedes han sido llamados a ser libres;
pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones.
Más bien sírvanse unos a otros con amor. 
Gálatas 5:13

Actualmente se ha confundido la libertad con el libertinaje y a la luz de la verdad, vale la pena reflexionar sobre las diferencias entre estas dos palabras.

Libre es quien decide y es responsable de sus actos, es quien no está preso de una conducta o hábito dañino, es aquel que cumple con sus deberes aun sin estar obligado a hacerlo.

Por el otro lado, libertino es quien no pone freno a su vida, curiosamente es esta persona la que no tiene la libertad para parar aunque sea lo más conveniente, es aquel que no puede detener su lengua y habla más de la cuenta, es un ser disoluto, entregado a vicios que son dañinos.

Así las cosas es oportuno pensar ¿quién es más esclavo?

El libre que toma decisiones aunque la respuesta sea muchas veces no o el incapaz de ponerse límites.

Dios te ha llamado a vivir en libertad para ser de bendición para otros, vivir esclavo te hará perder buenas dádivas de tu Padre Celestial, es renunciar a la gracia que limpia tu corazón y te da una nueva vida. El libertinaje te concentra de manera egoísta para saciar simplemente tus caprichos mientras que la libertad te capacita para sentirte amado y amar a los demás, demostrando con actos de servicio que tienes un corazón pleno y libre.


viernes, 12 de agosto de 2016

FIRMA TU PROPIO ACUERDO DE PAZ


No paguen a nadie mal por mal.
Procuren hacer los bueno delante de todos.
Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes,
vivan en paz con todos.
Romanos 12:17-18

En este momento Colombia atraviesa un momento histórico en lo relacionado con la paz, se habla de un proceso que pretende acabar con la confrontación armada que tanto daño ha hecho al país. Sin embargo, ese es solo un segmento de lo que podría significar que llegue la paz.
La tan anhelada paz no se firma en la Habana, este proceso debe empezar en tu propia vida, en tu casa, en tu trabajo, en tu universidad, en las decisiones que tomas a diario. También de eso habla la Palabra de Dios, del aporte que puedes hacer para que tu país sea mejor. 

En tiempos de odios, venganzas, represalias y querellas el Señor te invita a no lastimar a quien te hizo daño, no significa que sea fácil, pero es posible. Tu naturaleza te llevaría a vengarte o al menos, a ser indiferente o a alejarte, pero cuando tienes un corazón lleno de amor vas a procurar hacer el bien incluso a aquellos que te han causado dolor. Ten en cuenta que la paz con los que te rodean depende en gran parte de ti mismo, si en tus manos está ayudar, no dudes en hacerlo, no importa si recibes desprecio, mientras dependa de ti lo mejor es que intentes vivir en paz con los demás, al menos así tu corazón no se llena de amargura; no te preocupes si el otro no acepta tu gesto amable, ese será su problema, en lo que a ti concierne, entrega siempre gestos de amor y reconciliación, siempre valdrá la pena, no lo hagas por el otro, hazlo por tu libertad emocional.


miércoles, 3 de agosto de 2016

LA DISCIPLINA ES UNA MUESTRA DE AMOR


Lo que soportan es para su disciplina,
pues Dios los está tratando como a hijos.
¿Qué hijo hay a quien el padre no disciplina?
Hebreos 12:7

Seas padre o seas hijo conoces qué es la disciplina, usualmente no cae muy bien, incomoda, algunas veces asusta y casi nadie quiere someterse a ella. Sin embargo, el versículo de hoy te recuerda que aquello que hoy día estás sufriendo es una circunstancia que el Señor permite para tu beneficio y además ratifica la paternidad de Dios para ti.

Es maravilloso recordar que el Señor te trata como a un hijo, te consiente, te cuida, te da lo que necesitas y también te pone límites para no dejar impune tus errores. Tal vez pienses que es un padre severo, exagerado e indolente pero no es así, es un padre que te ama tal cual eres, pero no quiere que te estanques en tus equivocaciones, no quiere que sigas sufriendo por cuenta de tus desaciertos y sobre todo, usa los tropiezos para que aprendas una lección de amor que más tarde dará fruto en tu carácter.

Aunque parezca contradictorio, la disciplina es una muestra de amor de parte de Dios, es así como la deberías recibir, aceptar la disciplina es reconocer que el Creador es tu papá y los padres sólo disciplinan a sus hijos.



SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...