miércoles, 25 de junio de 2014

EL MEJOR SUELDO

Dichosos todos los que temen al Señor,
los que van por sus caminos.
lo que ganes con tus manos, eso comerás;
gozarás de dicha y prosperidad.

Salmo 128:1-2

Cuando pienso en mi trabajo, en la empresa donde laboro o en mi profesión, pienso cómo Dios ha usado para bendición algo que en realidad no era lo que "me llenaba"; lo digo porque la actividad a la que me dedico no es lo que soñaba cuando joven ni lo que me apasiona, en ocasiones pensé que había sido una equivocación pero con el tiempo me he dado cuenta que todo hacía parte del plan de Dios pues Él mismo se ha encargado de llenar mi corazón en el área laboral y me ha bendecido demasiado en ese aspecto de mi vida, lo digo porque trabajo feliz, aunque suene idealista no trabajo por el dinero, trabajo donde trabajo porque he entendido que cada día es una nueva oportunidad para aprender, para enseñar, para crecer, para menguar y permitir que Jesús crezca en mi relación con mis jefes, mis compañeros, mis colegas, mis proveedores, cada persona que cotidianamente tengo que tratar, es triste ver como muchas personas sienten pereza al levantarse, odian los lunes, nunca se les ve sonreir, no saludan cuando llegan a su empresa, los días de pago son lo peor porque nunca están contentos con su sueldo, creo que así no nos quiere ver Dios.

Hablo del empleo porque el versículo de hoy nos está enseñando que Dios respalda el trabajo de quienes le temen, es decir quienes le obedecen. Vuelve a leer el versículo, habla de una persona dichosa, es decir gozosa, alegre, contenta, es una persona obediente, que no se aparta de Dios, que lo reconoce en todos sus caminos, que antes de tomar una decisión piensa si a l Señor le agradería lo que piensa hacer, esa es una persona dichosa, este tipo de gente será bendecida en todo lo que haga, podrá emprender proyectos, soñar, salir adelante, progresar y disfrutar de la prosperidad que viene de Dios fruto de la obediencia.

Es tu decisión ser o no una persona dichosa, Dios quiere que disfrutes lo que haces con tus manos, que goces con tu carrera, con tu profesión, con tu labor, pero está esperando tu obediencia para empezar a derramar bendiciones en tu vida.

lunes, 16 de junio de 2014

LA DICHA DE ESPERAR EN ÉL

Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad;
por eso se levanta para mostrarles compasión.
Porque el Señor es un Dios de justicia.
¡Dichosos todos los que en él esperan!
Isaías 30:18

Este capítulo 30 de Isaías es toda una amonestación de Dios a Su Pueblo por su falta de fe que los llevó a poner su confianza en los egipcios y no en Dios, tal vez hoy también el Señor tendría razones para decir que no hemos confiado en Él sino en otros, seguramente no en Egipto pero si en espos@, hij@s, trabajo, dinero, amig@s...

Apartarse de Dios no sólo es delicado por el hecho de alejarme de Él sino porque ello implica aferrarme a otro dios, es desconfiar del Señor y trasladar esa confianza a quien no la merece y no tendría cómo responder.

Confiar en Dios es consultarle cada decisión de mi vida, por minúscula que parezca, es preguntarle qué quiere que yo haga, es confiar sólo en su provisión, es saber que el Señor es el único que puede socorrerme, serme de provecho; dentro de la confianza se incluye el quedarse quieto esperando la respuesta de Dios, somos expertos en orar dándole ideas a Dios sobre cómo solucionar nuestros problemas o llevando a cabo planes que aún el Señor no ha avalado, es intentar presionar las situaciones que Dios no resuelve, por cierto, a quienes ejecutan planes sin la instrucción de Dios los llama “hijos rebeldes” pues hacen alianzas con quienes ignoran el poder de Dios, por eso la mejor decisión que deberíamos considerar hoy para nuestras vida es esperar sin ansiedad la respuesta de Dios, nuestra parte es orar, buscar su Palabra, tener tiempos de intimidad con el Señor, Él se encargará de abrir y cerrar las puertas que sean necesarias. Quedarse quieto significa descansar sin ansiedad mientras Él responde y considerar que el NO y el AÚN NO son dos opciones de respuesta a nuestra oración.

Mientras damos vueltas y nos decidimos por Dios, Él con su ternura nos espera para darnos nuevamente una oportunidad.
Aunque no le creamos, Él siempre va a creer en nosotros y no se cansará de esperar nuestro regreso, no para darnos lo que merecemos, sino para tener compasión, su amor es incondicional, Él sigue siendo fiel a pesar de nuestra infidelidad e inconstancia.

¿Porqué no volver a los brazos del Señor si nuestra dicha la hallamos cuando esperamos en Él?

Recordemos que siempre la mejor respuesta será la que Dios tiene para cada una de nuestras peticiones, simplemente esperemos



lunes, 9 de junio de 2014

NO TE PREOCUPES

 Luego dijo Jesús a sus discípulos:
—Por eso les digo: No se preocupen por su vida, 
qué comerán; ni por su cuerpo, con qué se vestirán. 
La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa. 
Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan, 
ni tienen almacén ni granero; sin embargo, Dios los alimenta. 
¡Cuánto más valen ustedes que las aves!
Lucas 12:22-24

Preocuparse en este versículo tiene que ver con la actitud de intranquilidad que me generan ciertos asuntos cotidianos de mi vida y aunque pareciera normal porque ahora todo el mundo se preocupa, Jesús hoy nos dice que no lo hagamos, lo dice porque considera es innecesario, la razón: Él tiene el control de nuestra vida.

La preocupación es resultado de pensar que Dios no conoce o no le importan mis necesidades, ambas proposiciones son falsas, si alguien sabe qué necesito es mi Señor, lo que Jesús en este pasaje quería era ver en sus discípulos, y ahora en nosotros, confianza, paciencia y fe.
Confianza porque entregarle mis asuntos, desde los más complicados hasta los cotidianos, es reflejo de mi descanso en Él, le creo, espero en Él.
Paciencia porque estoy convencido de que su tiempo es perfecto y por eso no importa si la respuesta aún no ha llegado.
Fe porque creerle me convierte en su hija, con todos los beneficios que ello conlleva: herencia, salvación y vida eterna, entre otras.

Jesús sabe qué me hace falta pero no quiere que me afane por eso, finalmente, lo más importante en la vida no es suplir las necesidades fisiológicas sino vivir para Dios, cuando decido abandonarme a sus brazos y hacer su Voluntad, Él se encargará de mis necesidades y aún de mis caprichos y antojos, Dios es un Padre amoroso que no tendrá reparos en cumplir los anhelos de nuestro corazón, eso sí tendremos que decidir marcar la diferencia con el resto del mundo, mientras los demás andan preocupados por buscar la plenitud de los sentidos, los que creemos vamos en busca de la plenitud de Dios.
Realmente cuando estamos convencidos de que Dios nos ha escogido, también estaremos seguros de que no nos va a abandonar, así que no te inquietes si te está faltando algo, Dios lo va a suplir.

martes, 3 de junio de 2014

NO DISCRIMINA

Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;  mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla.Juan 4:13-15


Si alguien no tiene prejuicios ese es Jesús, a Él no le importan las barreras que los humanos inventan, su encuentro con la mujer samaritana es el mejor ejemplo; las personas alimentan odios durante años, a veces ni siquiera saben porqué pero odian, se alejan, discriminan, sin embargo, Dios no mantiene vivos los rencores, dice la lectura de hoy “judíos y samaritanos no se tratan" (v. 9) y a Jesús esto no lo detuvo, no le importó porque sabía que la salvación no era propiedad exclusiva de un pueblo, saber que Dios no hace acepción de personas me llena de tranquilidad, además esta mujer tenía una historia sentimental poco recomendable y eso tampoco alejó a Jesús, lo sabía todo y no la evitó…  ¡qué alivio entender que mi condición no aparta a mi Señor! Igual Él sigue interesado en mi vida; aunque conocía la promiscuidad de la samaritana, la amaba tanto como para ofrecerle una fuente de vida inagotable, Jesús sabía que ningún hombre podría hacerla feliz como si lo haría Él.

Jesús ha llegado para satisfacerme, es el único que puede llenar, saciar, Él quiere tomar todas las áreas de nuestra vida para glorificarse, ahora nosotros debemos permitírselo. Dios no está tan interesado en nuestro pasado como si lo está en nuestro futuro, además quiere hacer parte de este último; lo que si demanda de nosotros es que reconozcamos nuestra condición, confesemos nuestro pecado delante de Él, de nada sirve esconder mi falta porque Él la conoce, lo único que logro es detener el proceso de sanidad, libertad y bendición que viene luego de aceptar mi falta, confesarla, pedir perdón y apropiarme de él.


SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...