lunes, 28 de marzo de 2016

BUSCAR LA RECONCILIACIÓN

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación.
¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!
Todo esto proviene de Dios,
quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo
y nos dio el ministerio de la reconciliación:
esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo,
no tomándole en cuenta sus pecados y
encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación.
2 Corintios 5:17-19

Muchas veces tienes dificultades grandes y problemas profundos con algunas personas, relaciones que parecen nunca podrían restaurarse, pudieron lastimarte tan fuertemente que consideras imposible perdonar y mucho menos llegar a reconciliarte con quien te lastimó; o quizás tu heriste y crees que jamás se te dará otra oportunidad, sin embargo, leyendo este pasaje verás que la reconciliación viene de Dios, Él es el mayor ejemplo de tomar la iniciativa para restaurar una relación, sin importar cuán lejos esté el uno del otro.

El Señor no tuvo en cuenta tu pecado, tu indiferencia, tus ofensas, simplemente la muerte y resurrección de Jesucristo ofreció reconciliación con el Padre. Hoy recordamos que Él venció la muerte, así que también puedes creer que Dios puede hacer algo nuevo allí donde piensas que todo murió, Dios es fuente de renovación, de reconciliación, de paz, de reunión.

No importa cuánto tengas que perdonar, Dios te perdonó más.
No importa cuánto tengas que olvidar, Dios no recuerda tus pecados.
No importa cuánto daño te hicieron, Jesús pidió perdón por sus asesinos.
No importa cuánto te traicionaron, Jesús amó a Judas
No importa cuánto abandono sufriste, Jesús le dio una nueva oportunidad a Pedro.

Tienes un mensaje de reconciliación para los demás, Jesús es el camino al Padre, en Él encontrarás una nueva oportunidad para volver en amistad con tu Creador, si el Omnipotente no tuvo inconveniente para perdonarte, tu tampoco deberías tenerlo para decidir volver a empezar.







lunes, 14 de marzo de 2016

NO ME OLVIDES

Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo,palabra con la que me infundiste esperanza
Salmo 119:49

Cuando lees este versículo puede parecer que Dios olvida lo que nos ha prometido y tienes que recordarle, si eso fuera verdad, todo estaría perdido para ti. Sin embargo, quien realmente debe recordar lo que el Señor ha dicho eres tú mismo porque frente a los días grises eres propenso a olvidar lo que tu Padre Celestial ha prometido.

Es real, la Palabra de Dios da esperanza al corazón atribulado, al cuerpo enfermo, al alma deprimida, a la familia en crisis, a las finanzas en quiebra, al trabajador desempleado. Es en esas situaciones cuando debes mirar por encima de la circunstancia y recordar en voz alta lo que Dios ha prometido:
De acuerdo a lo que estés viviendo, lee estas porciones y recuerda lo que el Creador ya ha dicho para ti, la Palabra de Dios es veraz y está escrita para que la experimentes de manera real, para que hoy tengas esperanza recordando lo que tu Señor ha dicho para ti, lee y ora al Padre Eterno para que cumpla esta palabra en tu vida, allí encontrarás esperanza, un nuevo aliento y la fortaleza que hoy necesitas.


miércoles, 9 de marzo de 2016

¿TIENES LOS OJOS ABSOLUTAMENTE LIMPIOS?

¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo,
y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?
Mateo 7:3

Es fácil ser rígido y estricto con los demás pero ser laxo consigo mismo, si tuvieras el mismo nivel de exigencia para ver tus errores y compararlos con las equivocaciones de los demás, descubrirías que el defecto que encuentras en tu prójimo suele ser más pequeño que tu propio error.

Si analizas con más detenimiento, muchas veces lo que más te molesta de alguien es aquello con lo que luchas tú mismo, en realidad lo que estás haciendo es rechazar lo que te disgusta de ti mismo, sólo que no aceptas tus fallas y por eso te resulta más fácil verlas en los otros.

Por eso Dios te llama a hacer una autoevaluación antes de pensar en calificar a los demás, lo ideal es que empieces por ser misericordioso con la equivocación ajena, entiende que estás rodeado de personas imperfectas, siendo tú el primero, por eso, no seas escaso para perdonar y serás el primero en experimentar libertad, Dios te está llamando a amar con paciencia, así que no es un favor que le haces a alguien, es una bendición para ti.

La próxima vez que sientas deseos de acusar a alguien, detente, escudriña tu corazón, piensa si debes pedirle perdón a Dios para haber hecho algo que le desagrada, reconsidera tu conducta y luego, cuando estés libre de error tendrás la capacidad real para corregir al otro.

Mira primero tus ojos... ¿Qué suciedad tienen?







SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...