lunes, 16 de marzo de 2015

¡NO MÁS ESCLAVITUD!

Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. 
Por lo tanto, manténganse firmes y 
no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud

En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados; 
lo que vale es la fe que actúa mediante el amor
Gálatas 5:1, 6


Jesús no sólo fue a la Cruz para redimir tus pecados, darte vida eterna y restablecer tu relación con el Padre, Él también quiere que vivas libre, vivir libre es mantenerme firme en tu fe en el Hijo de Dios y no seguir sometido a la Ley que presenta un Dios castigador, a pesar de eso es curioso ver cómo muchas personas deciden seguir viviendo como esclavos, en este versículo habla de la esclavitud de quienes viven por la Ley, ignorando la Gracia que Dios a través de Cristo nos ha regalado. ¿Para qué someterse nuevamente al yugo de esclavitud? Eso equivale a ignorar la obra de redención que Cristo con su muerte vino a cumplir.

Cuando se habla de vivir por Ley se refiere a basar nuestra relación con Dios en reglas, normas, leyes y no a actuar por convicción, lo que el Señor espera es que tu fe te lleve a la intimidad con Él, de manera tal que de tu corazón fluya la obediencia, no es el sometimiento a la Ley, es más bien obediencia por amor; Jesús vive en tu corazón por tu fe y es esa fe la que obra por amor y no al revés. Recuerda que Dios no te ama por tu mucho hacer, además buscar complacer a Dios por lo que hago es despreciar la Bendita Gracia a la que por medio de Su Hijo Jesús hemos sido llamados.

Vive la libertad que Dios te ha dado para servir en amor a los demás, antes de hacer algo piensa si eso beneficia a alguien o le muestra que lo amas, finalmente Jesús dijo que el amor a los demás era parecido al mandamiento más importante y así resumió la Ley:

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, 
con todo tu ser y con toda tu mente” 
—le respondió Jesús—.
Éste es el primero y el más importante de los mandamientos. 
El segundo se parece a éste: 
“Ama a tu prójimo como a ti mismo.” 
De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.
Mateo 22:37-40

viernes, 13 de marzo de 2015

ESTOY A SU SERVICIO

 ...Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido para que se haga cargo del servicio apostólico que Judas dejó para irse al lugar que le correspondía.»
Hechos 1:24-25


Es curioso… aunque desde hace algún tiempo estoy convencida que soy escogida por Dios para su servicio, pensar en expresar mi convicción se torna en una confrontación personal, que me cuestiona, porque en este momento se me ocurre pensar de qué manera puedo serle útil a Mi Padre, como no desperdiciar el privilegio de servirle y aunque Dios escoge por gracia, no por merecimiento, si creo que luego de la elección del creador debe seguir el compromiso personal, por eso hoy quiero preguntarme ¿por qué Dios podría contar con mis servicios? … por qué podría yo serle útil? Y como el Manual de Vida, su Palabra tiene respuesta para todo, pues acá voy, inclinándome por alguien que conoció de cerca al maestro, aquel hombre que no se quedó postrado en su equivocación, que no le dio miedo levantarse y volver a empezar, que no tuvo temor por formar un nuevo equipo efectivo… Si, Pedro… el mismo que negó a Jesús cuando se dejó engañar por el miedo, el mismo miedo que siento cuando le fallo, pero el mismo Pedro que reconoció su error y se levantó para continuar.
Sin duda cuando leemos Hechos 1:15-26, vemos un Pedro decidido a hablar sobre lo sucedido, imagino cuánto quisieron los demás hacerlo, cuántos se preguntaron qué sucedería con el puesto de Judas, con sus delegaciones, sin embargo la vocería la tomó Pedro, este hombre tenía claro que la victoria de Jesús sobre la muerte era apenas el principio de su legado, allí no terminaba la obra, si bien es cierto que Jesús cumplió y glorificó al Padre, Pedro y yo creemos que lo mejor está por venir, lo mejor es tomar la voz y decirle a nuestros compañeros que vale la pena trabajar para Dios, que vale la pena seguir, cuando me siento líder, cuando no me dejo opacar por mi carne, es cuando tomo la palabra y digo que la obra no acabó en la cruz, que ni mis fallas ni mis equivocaciones podrían opacar el propósito de Dios para mi vida, simplemente como Pedro me digo y les digo a los demás: vamos para adelante, esto tiene que seguir, ese día faltó Judas y en mi formación como líder he tenido que experimentar el dolor de perder a uno de mis amigos, que también eran amigos de Jesús, íntimos, como Judas, pero que se quedaron mirando su error, yo también he fallado, yo también he flaqueado, yo también lo he negado, pero cuando recuerdo su llamado: … sobre ti edificaré mi iglesia… (Mateo 16:18) vuelvo a levantarme, vuelvo al ejercicio del liderazgo que Dios me ha dado, a mirar a quienes han quedado firmes para empezar a trabajar de nuevo, a un verdadero líder no le da miedo delegar a otros parte de su trabajo, no tiene miedo de una destitución, ni siquiera se siente dueño de un liderazgo, así era Pedro, dispuesto a reconocer que necesitaban otro más para el equipo.

lunes, 2 de marzo de 2015

ES DIFÍCIL PERO ÉL ESTÁ CONTIGO

Nos vemos atribulados en todo, pero no abatidos; 
perplejos, pero no desesperados; 
perseguidos, pero no abandonados; derribados, pero no destruidos.
2 Corintios 4:8-9


Si bien es cierto Pablo hablaba acá de los grandes apuros que por su actividad ministerial tenía, creo que los tiempos que estás viviendo a veces hacen que te sientas igual a Pablo, hay problemas, dificultades, tristezas, enormes cargas y en ocasiones crees que ya no puedes más, no eres el primero, no está mal que desfallezcas, no eres infalible, pero hay una esperanza y es aquí donde Dios quiere manifestarse en ti. 

Mira la diferencia de actitudes de Pablo respecto a la adversidad, él no estaba abatido, estaba atribulado, con problemas, reconocía que era difícil y sentía tristeza pero no se dejó abatir; abatido tienen que ver con ser ruin, despreciable y así no es como el Señor quiere que te veas, es verdad, hay tribulaciones, congojas, adversidades pero nada de eso tiene que hacerte sentir como alguien de poco valor, vales mucho porque eres hijo del Rey.

Puedes estar perplejo, confundido pero no desesperado, sin esperanza, la desesperación me lleva a la cólera o al enojo, se te permite estar inquieto pero no dejes que tus emociones te dominen, la duda no puede llevarte a la incredulidad, no hay situación en tu vida que Dios no pueda o no quiera ayudarte a resolver, entrega tus cargas en Sus Manos y verás como vas siendo guiado.

Tal vez te sientas perseguido, atacado, maltratado pero Dios está contigo, Él no te va a dejar, Él no te va a desamparar, cuando sientas que te quieren hacer daño pide la protección de tu Padre Celestial que siempre estará presto a acudir a tu llamado, no olvides que quien te creó nunca te va a abandonar, tal vez sientas eso pero no es la verdad, una cosa es lo que mi corazón dicta o cree y otra es la verdad absoluta de Dios que nos garantiza su Presencia cuando clamemos por ella.

Por último, seguro hay momentos donde te has sentido derribado, bajito de ánimo, pero nada podrá destruirte porque Papá Dios está contigo, nada ni nadie tiene la capacidad para destruir aquello que Dios creó, recuerda que el Todopoderoso te hizo, te formó y no lo hizo para luego abandonarte, por el contrario, para que compartas cada momento de tu vida a su lado y para apoyarte cuando tus fuerzas ya han menguado.


SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...