jueves, 27 de abril de 2017

NO, GRACIAS

En esta casa no hay nadie más importante que yo.
Mi patrón no me ha negado nada,
excepto meterme con usted, que es su esposa.
¿Cómo podría yo cometer tal maldad y pecar así contra Dios?
Génesis 39:9

Esta fue la respuesta de José a la insinuación sexual de la esposa de Potifar, sorprenden varios elementos de esta réplica y más en el momento que vivimos donde los valores parecen en vía de extinción y la pureza sexual parece mandada a recoger.

  • José era consciente de su importante posición en el gobierno, sin embargo no abusó de su cargo, por el contrario, esto lo motivó a ser ejemplo de integridad, él reconocía que era un personaje referente para toda la nación y decidió responder a la confianza de su jefe con total decencia.
  • Este siervo tenía clara la autoridad de Potifar sin importar su aparente ausencia, no es explícito dónde está el faraón porque José estaba a cargo del país, no por eso olvidó que era simple mayordomo que debía ser obediente a las instrucciones del líder de Egipto. Es un ejemplo de sumisión a los superiores, es triste ver cómo las instituciones ahora son menos respetadas y nada quiere sujetarse.
  • Tenemos también una esposa descuidada que vio en el siervo una oportunidad para sentirse deseada, así pasa hoy en día, las parejas se descuidan y quieren buscar oportunidades por fuera cuando el Señor les ha regalado un hermoso amor en casa.
  • José resuelve obedecer porque se imaginaba lo doloroso que podía ser pecar con la esposa del faraón, tenía claro que un momento de placer sería constristar profundamente el corazón de Dios y por ello rechazó la propuesta.
Si seguimos leyendo la historia, la integridad de José le costó la cárcel, pareciera que su buen proceder no hubiera tenido recompensa, eso te puede ayudar a entender que muchas veces hacer lo correcto nos va a traer problemas, recuerda que estamos en una sociedad corrupta y la justicia humana nada tiene que ver con la divina.

No obstante, la mejor decisión será la rectitud, tal vez de momento te veas enfrentado a situaciones incómodas, dolorosas y arbitrarias pero siempre Dios te respaldará cuando sigues firme independiente de las presiones.


viernes, 21 de abril de 2017

SI CREES, DEMUÉSTRALO

No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos,
sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.
Mateo 7:21

El amor del Señor es inagotable y su misericordia está disponible para todo el que quiera recibirla, Él no hace acepción de personas y siempre tendrá los brazos abiertos para los que decidan venir en amistad con Él. Sin embargo, la Palabra de Dios es clara respecto a quienes disfrutarán de la presencia del Señor una vez abandonen esta vida temporal; es triste ver cómo tantas personas han descuidado su salvación, suponen contar con Dios pero en su cotidianidad prescinden de Él y su Palabra, lo triste es que su eternidad no será con el Padre Celestial. Podrá sonar duro lo que estás leyendo, pero es la verdad.

Hoy es muy común escuchar expresiones que demuestran supuesta fe: Dios te bendiga, gracias a Dios, si Dios quiere, lo contradictorio es que muchos de quienes las usan no son obedientes para cumplir los Mandamientos que el Señor dejó, la plaga actual es la fe relativa, laxa, abunda el laissez faire (liberalismo) y sin duda eso no es lo que agrada a Dios, tampoco es el camino a la eternidad en su presencia.


No basta con decir que crees en Dios, no es suficiente con ir a la iglesia, te quedas corto con reconocer que hay un Dios, el determinante es la obediencia. La salvación no es por obras, es claro que es por fe en el Hijo de Dios como enviado para redención, pero los frutos de tu vida demostrarán si la fe que has confesado proviene de un corazón sincero o de emociones, religiones o tradición.


Piensa dónde quieres vivir tu eternidad, si ya has reconocido a Jesús como Salvador, vive de acuerdo a lo que dices, un creyente debe reflejar coherencia entre sus actos y sus palabras.

Si aún no lo has hecho, te invito a decirle hoy a Jesús que le reconoces y que aceptas su sacrificio en la Cruz por amor a ti, entrégale tu corazón y empieza a conocerlo a través de la Biblia.



martes, 11 de abril de 2017

OBDC

Si realmente escuchas al Señor tu Dios, y cumples fielmente todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te pondrá por encima de todas las naciones de la tierra...
Deuteronomio 28:1


Es claro que la obediencia a Dios traerá bendición, sin importar lo difícil que sea, la mejor opción siempre será hacer caso a los preceptos que el Señor ha dejado en su Palabra, aunque cueste, serás el más beneficiado. Además, es importante que tengas claro que no hay salvedades, la obediencia debe ser total, sin reservas, sin excepciones. Muchas personas se consideran buenos hijos de Dios porque lo reconocen, sin embargo sus vidas no reflejan el señorío de Cristo. Piensan que los mandamientos pasaron de moda, son gravosos o determinan obedecer ciertas cosas y otras simplemente las ignoran o las acomodan a su conveniencia.
Cuando quieras saber la opinión de Dios respecto al cualquier situación, pregúntale, eso sí, debes estar dispuesto a escuchar cosas que no te agradan mucho, que no quieres hacer o vas a recibir instrucciones que realmente no van con lo que tú deseas. Aún así, recuerda que es mejor obedecer. Producto del sometimiento al Señor vas a recibir regalos en cada área de tu vida, si quieres saber las dádivas que Dios tiene cuando le obedeces puedes leer Deuteronomio 28:1-14.

Por otro lado, si continuas leyendo ese capítulo, te darás cuenta que la desobediencia también tiene efectos que se agravan si ya Dios ha sido claro al darte una respuesta o una instrucción, no esperes que Dios te respalde cuando has escuchado Su voz e insistes en desobedecerle, eso tendrá un nefasto desenlace en tu vida, tu trabajo se verá afectado, tu hogar sufrirá, tu salud puede verse deteriorarse. Cuando consideras el precio que se puede pagar por un momento de desobediencia seguro vas a preferir seguir la Voz del Señor que siempre tendrá lo mejor para ti.









SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...