miércoles, 25 de julio de 2018

ESMERARSE


Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo eso,
y esmérate en seguir la justicia, la piedad, la fe, el amor,
la constancia y la humildad. 
1 Timoteo 6:11

Acá lo que están advirtiendo es huir del amor al dinero y decidir buscar aquello que agrada a Dios. Deberías ser menos pendiente de las posesiones materiales y sembrar en tu vida justicia, piedad, fe, amor, constancia y humildad.

Justicia: En este caso se refiere a presentarse aceptable delante de Dios, quiere decir que estás tan tranquilo con tu forma de vivir que no temes ir a la presencia de Dios y exponerle tu vida para que actúe.

Piedad: Que seas una persona reverente delante del Señor, que tengas temor de Dios y siempre consideres qué dice Su Palabra antes de tomar cualquier decisión.

Fe: Estar persuadido de las promesas del Padre Celestial y vivir de acuerdo a ellas y no a las circunstancias, creer que Dios tiene el control a pesar de todo lo que pueda estar pasando alrededor.

Amor: Se trata acá del amor agapé, es el amor que te lleva a ser benévolo con los demás, que busca siempre hacer el bien al prójimo, es compañerismo, cuidar al otro, compartir, aportar para que tus cercanos estén bien.

Constancia: Es ser inquebrantable en el cumplimiento de tus objetivos, es lealtad a la fe y al llamado que Dios te ha hecho, sin importar las pruebas y los sufrimientos, sigues adelante de acuerdo al propósito que Dios te ha revelado.

Humildad: Es dulzura con los demás, es mansedumbre con todos, se trata de ser dócil aún con quien te trata con dureza, nadie dijo que fuera fácil pero Dios así lo quiere, lo que te está pidiendo es que hagas exactamente lo que Él ha hecho contigo, sin importar tus errores te ha amado.

De eso se trata vivir para Cristo, de esto se trata querer agradar a Dios.

lunes, 16 de julio de 2018

NO PASÓ NADA


El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas.
Proverbios 10:12

El odio y el amor pueden ser los sentimientos más frecuentes con los que lidia el ser humano, todos dicen querer ser amados pero si analizamos la situación actual, tal parece que es más fácil para la mayoría odiar que amar. Cada uno quiere imponer su punto de vista, nadie quiere ceder en sus pretensiones, todos quieren obtener la mejor parte sin importar lo que otros puedan sufrir. Sin embargo, si a cada persona le preguntamos cómo se percibe y qué espera de los demás, su respuesta probablemente va a ser: soy una persona que ama y le gusta que la amen. Entonces, ¿por qué las evidencias muestran todo lo contrario? Porque el odio está imperando, sin darnos cuenta cada vez nos alejamos más de aquello que tanto anhelamos, seguro todos queremos ser amados y para eso debemos amar.

Mucho se habla del amor, muchas definiciones han surgido a partir de esa palabra, muchos creemos haber amado, sin embargo, todas las acepciones humanas se quedan cortas cuando las comparamos con lo que dice la Palabra de Dios. El amor humano es egoísta, es conveniente, es pasajero, muchas veces consideramos estar amando y lo que en realidad sucede es que estamos respondiendo a lo que el otro nos dé. Eso no es amor, eso es retribución. El amor, tal como lo plantea Dios es dar, dar sin medida, dar sin esperar e incluso dar aunque el otro no pague de la mejor manera. El amor cubre todas las faltas, es decir, quien ama le interesa más la relación que el agravio que haya sufrido, con todo esto lo primero que tengo que decir es que aún no sé amar, tengo que mirar al ejemplo de amor perfecto para luego mirar a los demás con amor, es increíble la incapacidad para dar lo que el Señor me ha dado: amor, es tan fácil demandarlo y tan difícil entregarlo.

No es fácil pasar por alto una ofensa pero es ese el tipo de amor que Dios enseña.



viernes, 6 de julio de 2018

QUE NO CUNDA EL PÁNICO

Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, 
sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7

Muchas personas se paralizan por el miedo, el temor las lleva a no afrontar riesgos ni emprender nuevas aventuras porque dan por hecho que van a fallar, seguramente eso ya les ha pasado en alguna ocasión anterior, sin embargo, no es así como Dios quiere que tomes decisiones; contrario a la cobardía, lo que Dios te ha dado es poder, amor y dominio propio. 

El pavor ante lo nuevo puede llevarte a decidir no apostarle al desafío y perderás oportunidades invaluables, que nunca experimentarás y tal vez podrían haber agregado a tu vida ese color y esa magia que tanto estabas esperando. El pánico, el cansancio, la ira, la intolerancia y la debilidad son una muestra de que no estás dejando actuar en tu vida al Espíritu Santo, es un regalo de Dios y no hay razón para que te niegues a aceptarlo. Así como tampoco hay razón para que no asumas la novedad como una oportunidad que el Señor mismo te está dando, mientras te dejes guiar por su Espíritu no habrá razón para asustarse.

Cuando vives convencido de que el Espíritu Santo mora en ti, el poder de Dios te va a capacitar para vivir las pruebas, desafíos, retos y decisiones que vengan, Él ya sabía a qué te ibas a enfrentar y por eso de antemano te preparó. El Señor tiene un plan y un propósito, la prueba no debe desanimarte, al contrario, es la oportunidad para que el poder de Dios se manifieste en ti.

Que los desaciertos del pasado no te hagan perder el futuro que Dios te ofrece.


¡Deja el miedo y atrévete!





SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...