martes, 19 de marzo de 2019

ABATIDOS Y TURBADOS

¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.

Salmo 43:5

Hay circunstancias en la vida que pueden llegar a desanimarte de forma tal que pierdes la esperanza, tu corazón puede sentirse abatido y turbado, como estaba el alma del salmista. 

Estar abatido es sentirse decaído, sin ánimo, te faltan las fuerzas y se ha perdido el vigor, en hebreo esta palabra se usa para el sentimiento de humillación o cuando alguien se esconde porque está reducido y débil, y así te puedes sentir en ocasiones, burlado por otros, con ganas de estar solo porque no te quedan alientos para continuar o simplemente ya no quieres seguir porque tu energía se agotó. 

Por otro lado, estar turbado tiene que ver con la interrupción del estado natural, implica una suspensión violenta de la quietud y en el hebreo también se usa para referirse a sentirse alborotado, bramando conmovido, es decir, haciendo sonidos fuertes con un alma desalentada. ¿No es así como te sientes a veces? La paz que venías sintiendo de repente se esfuma ante un hecho que cambia por completo tu situación.

Sin duda el corazón se siente triste y es ahí donde se pone a prueba tu fe, ¿cuál es tu actitud frente a los problemas? El versículo de hoy nos muestra una postura de entrega a Dios, no se trata de esconder lo que realmente sientes sino llevarlo a la Presencia del Padre porque sabes que no hay mejor manera de procesarlo, lo que sigue es alabanza porque reconoces que sin importar qué estés viviendo, Dios es digno de tu adoración, no hay ninguna excusa para no evocar Su grandeza y Su poder.

La solución al abatimiento es aferrarse al Señor y a sus promesas, confiar en su misericordia, clamar por su amor, permite que Su presencia te rodee, ante una tristeza extrema lo mejor es oración sincera, decirle a Dios que pareciera que a veces te ha abandonado, allí cuando sientas que Dios se ha ido, lo mejor es recordarle a mi alma que Dios es digno de alabanza. Dios se mueve cuando no te miras tanto sino que pones tus ojos en Él. La manera de olvidar las miserias y circunstancias difíciles es fijar la mirada en el Dios de misericordia, Dios es la fuente de bondad que necesitas hoy.

Somete hoy tu voluntad a Dios, alábalo aunque no sientas ganas, dile a tus emociones que quien realmente te gobierna es el Dios de Israel y con tu mente decide reconocer cuán grande es el Señor




SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...