viernes, 31 de marzo de 2017

¡VIVIR BIEN Y HASTA MÁS!

Humildad y respeto al Señor
traen riqueza, vida y honor.
Proverbios 22:4


Creo que la mayoría de personas anhela tener riquezas, vivir muchos años y ser respetados y muchas veces parece tan esquivo este panorama. Algunos tienen dinero, otros gozan de salud y respeto y unos pocos, con mucha suerte, tienen el paquete completo.

Sin embargo, una vez más, la Palabra de Dios tiene la respuesta para alcanzar bendiciones que te gustaría recibir mientras vivas, es decir, creer en el Señor no se limita a esperar la muerte para vivir la plenitud, el mensaje de salvación trae consigo regalos que se pueden obtener mientras tengas aliento.

El versículo de hoy te da la clave para ser feliz, con riquezas, vida y honor, es sencillo, la respuesta es ser humilde y respetar al Señor.  Tal vez por eso cada vez menos gente vive en abundancia, porque la humildad es lo que menos tienen hoy las personas, todos se quieren ganar la honra por mano propia, ahora se trata de imponer la opinión, de declarar como cierta y absoluta la verdad subjetiva, de no admitir errores para no evidenciar una supuesta debilidad, de no mostrarse frágil porque podría prestarse para que te maltraten.

Por otro lado está el respeto al Señor o lo que otras versiones bíblicas traducen como el temor de Dios que nada tiene que ver con el miedo, sino con la reverencia ante el Creador, una reverencia tal que no quieres desobedecerle.

Se termina el primer trimestre del año, es bueno que te hagas una autoevaluación, examina tu caminar y tu corazón, ¿gozás hoy de riqueza, vida y honor? ?Será que te falta humildad o respeto al Señor?


viernes, 17 de marzo de 2017

LA MEJOR HERENCIA


Son los hijos herencia que da el Señor,
son los descendientes una recompensa.
Salmos 127:3

Anoche me detuve un momento a mirar a mi hijo mientras dormía, en silencio, él descansado y yo simplemente mirándolo. No le estaba pidiendo que hiciera tareas, ni que comiera rápido, tampoco que tendiera su cama o que enjabonara su uniforme, sólo lo observaba, me deleitaba verlo descansar, tan tranquilo, tan quieto, tan relajado y empecé a pensar que a pesar de tantos errores que he cometido como mamá, mayor ha sido la misericordia que el Señor ha derramado sobre él, realmente Dios lo tiene en sus manos y eso me da tranquilidad, en verdad creo que es un regalo de mi Padre y decido disfrutarlo.
Soy una mujer muy afortunada porque en realidad paso mucho tiempo con mi niño pero he empezado a darme cuenta que ya no lo estoba disfrutando tanto, será porque me había enfocado en lo que considero importante, en el afán, en salir a tiempo, en estar listos, en que coma bien; pero he decidido que ya no quiero que siga creciendo y yo perdiéndome su infancia.

Me refiero al deleite de vivir su niñez, a jugar con él, a aprender temas que jamás en mi vida me habían interesado, es buscar las respuestas a sus preguntas de física, de química o de cualquier tema así no me interese ni lo maneje, es aprender de los superhéroes para tener de qué conversar, es leer cuentos infantiles y de aventuras que jamás hubiera tenido en mi biblioteca, es hacer experimentos y ensuciar la casa, es pintarnos la cara así no sea una ocasión especial y lo más importante, es conocer a Dios juntos en el amor y los detalles de cada día.

Mi hijo es mi principal discípulo y quiero responder a esa delegación que el Señor me ha dado y aunque también habrá momentos de disciplina y seriedad, decido hoy que sean más los de sonrisas y diversión, creo que en su corazón quedará grabado que así como su mamá lo ama y ha renunciado a muchas de sus cosas por él, Jesús renunció a ser Rey para venir a salvarlo por amor.

Tal vez no tengas hijos pero piensa qué regalos te ha dado Dios que por los afanes de la vida estás dejando de disfrutar.




miércoles, 1 de marzo de 2017

PENSEMOS EN LAS CONSECUENCIAS

Hay caminos que al hombre le parecen rectos,
pero que acaban por ser caminos de muerte.
Proverbios 14:12

El país se ha conmovido por el caso de un colombiano ejecutado en China luego de ser hallado culpable de narcotráfico; la discusión hoy no es sobre la pena de muerte ni sobre el sistema de justicia de ese país, entre otras porque no tenemos ninguna incidencia para cambiarlo, lo que debemos preguntarnos es qué tanto estamos considerando las consecuencias cuando tomamos decisiones, eso es lo que realmente nos debería dejar de lección este doloroso evento.

Al respecto nos habla la Palabra de Dios, muchas veces vemos un camino y pensamos que nos podría sacar de apuros, incluso consideramos que es la salida a una situación desesperada y que nada podría salir mal. Sin embargo, las consecuencias muestran lo contrario y cuando nos damos cuenta, estamos en una situación tan lamentable pero que desde el principio debimos saber que era uno de los escenarios posibles.

Si antes de dar un paso en nuestra vida destinamos tiempo para sentarnos a considerar los resultados, con seguridad vamos a equivocarnos menos y cuando ya nos atrevamos a llevarlo a cabo es porque sabemos y aceptamos lo que eso acarrea.

El mundo moderno nos está obligando a no pensar en las secuelas de nuestros actos pero ese mismo mundo moderno es implacable cuando se trata de pagar por nuestros errores, por eso, en adelante sopesemos todos los efectos antes de nuestras determinaciones, piensa no sólo en lo que nos podría suceder sino en lo que podría causar en aquellos a quienes amamos




SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...