RESTITUCIÓN Y/O RESTAURACIÓN

Estaba convencida de que estas dos palabras significaban lo mismo y aunque puedan estar relacionadas, definitivamente son diferentes. Restituir tiene que ver volver algo a quien lo tenía antes o volver al lugar de donde había salido, restaurar consiste en reparar algo dañado, es importante esta aclaración para entender la posición en que estás y lo que realmente necesitas de parte de Dios.

Tal vez tengas la sensación de que algo que te pertenecía te fue quitado de manera injusta o que te están negando algo que honestamente era de tu propiedad o consideras que lo tuyo lo está disfrutando otra persona. Tengo buenas noticias, Dios ha prometido restituir todo aquello que te han quitado, lo que Él te había dado y que por circunstancias adversas ya no lo estés disfrutando, Él no está de parte de la injusticia, por el contrario, actúa a favor de quienes le siguen y le creen, no te preocupes, no te afanes, no te angusties ni te llenes de rabia, el mejor abogado tiene tu caso y fallará a tu favor.

El rey le hizo preguntas a la mujer, y ella se lo contó todo. Entonces el rey le ordenó a un funcionario que se encargara de ella y le dijo:

—Devuélvele todo lo que le pertenecía, incluso todas las ganancias que hayan producido sus tierras, desde el día en que salió del país hasta hoy. (2 Reyes 8:6)

De otra parte, quizás tu vida necesita ser restaurada y también está Dios dispuesto a hacerlo, a pesar de que te ama tal cual eres no quiere dejarte igual, el dolor que te han causado, la tristeza que ha dañado tu corazón, la angustia que has sufrido va a dejar de determinar tu vida porque el mejor médico viene a sanar y a restaurar. Tu pasado no va a programar tu futuro. Dios sí, siempre y cuando le creas.

Pero yo te restauraré
    y sanaré tus heridas
—afirma el Señor —
porque te han llamado la Desechada,
    la pobre Sión, la que a nadie le importa. (Jeremías 3:17)

Piensa y dile al Señor si tu vida debe ser restaurada y qué cosas deben ser restituidas, cuéntale a Dios tus sensaciones al respecto y con sinceridad reclama tu bendición y ten la mejor disposición para que Papá Dios empiece el trabajo de restauración. Él como el mejor alfarero te dejará como una hermosa pieza perfectamente terminada.