lunes, 23 de febrero de 2015

AMOR Y MISERICORDIA

Declaró: «Verdaderamente son mi pueblo, hijos que no me engañarán.»
Así se convirtió en el Salvador de todas sus angustias.

Él mismo los salvó; no envió un emisario ni un ángel. 
En su amor y misericordia los rescató; 
los levantó y los llevó en sus brazos como en los tiempos de antaño.
Isaías 63:8-9

Cuando reconoces que Dios es Señor y Salvador no sólo estás asegurando tu vida eterna sino que te conviertes en su hijo, un hijo que Él ama profundamente porque conoce todo lo que hasta el día de hoy has vivido, Dios es realmente grande y poderoso para salvarte de todas tus angustias, la palabra todas implica que no hay nada fuera de su alcance, no hay problema tan grande que se salga de las manos de Dios, de hecho la salvación de tu alma no le quedó grande y por la importancia de tal tarea lo hizo personalmente, no envió un emisario ni un ángel, se hizo Hombre para venir a la Tierra a darnos vida eterna y a pagar el precio de nuestro pecado. 

¡Cuánto amor para dejar su Trono! 
¡Cuánta misericordia por su pueblo perdido!

Es precisamente eso amor y misericordia lo que mueve el corazón de Dios, Jesús vino a rescatarte porque sabía que solo no podrías, vino a dar su vida para reconciliarte con el Padre y que pudieras disfrutar de una relación de amor, de ternura, de disciplina para beneficio de tu alma.

Cuando caigas, cuando sientes desfallecer, cuando las fuerzas se han mermado recuerda este versículo Dios te levanta, te lleva en sus brazos, ya lo ha hecho antes, sus pies no se cansan, su espalda soporta tu peso, solo pídele que te ayude porque humanamente estás agotado, no insistas en vivir a tu manera, eso lo único que hace es prolongar el dolor, Dios ya te ha recibido, si te has alejado, hoy es un buen día para recordar las bendiciones que el Señor te ha dado y convencerse de que vienen tiempos mejores con el Señor, tiempos de la manifestación de su amor y misericordia en tu vida.


lunes, 16 de febrero de 2015

ALGÚN DÍA ESCAMPARÁ

Porque he aquí ha pasado el invierno,
Se ha mudado, la lluvia se fue;

Cantares 2:11

¡Cuánto amor hay en la Palabra de Dios!
¡Cuánto le importan a Dios tus emociones!


Dios quiere darte aquello que anhelas para deleitarte, está interesado en tu corazón, en tus sentimientos, en tus faltantes, Él mismo te creó con la necesidad de relacionarte, así que si hoy estás solo Dios tiene el control para proveer amor y llenar tu tanque emocional, sin embargo, puede ser que primero necesites el abrazo de Dios antes de disfrutar la compañía de una pareja, debes aprender a deleitarte en Él y que realmente te sea suficiente antes de proveer pareja, amigos, familia, hijos o incluso nietos porque el riesgo es que idealices estas personas y le quites a Dios su lugar, Él debe ser el primer amor para ti, Papito Dios quiere que lo esperes con alegría, que lo ames y entiendas su amor para que luego puedas darlo a los demás de la manera correcta, que lo busques y fortalezcas tu relación con el pasando tiempo conociéndolo a través de su Palabra, el tiempo de calidad es una forma de avanzar en todas las relaciones y con Dios no es la excepción.

No te angusties por tus relaciones, un día vas a decir "...ha pasado el invierno...", atrás van a quedar la noches de soledad y melancolía.  "...la lluvia se fue..." no habrá más lágrimas ni sentimientos de tristeza porque el Señor dará la bendición que tanto esperas.

Dios tiene bandera de amor para ti (Cantares 2:4), no creas que a Dios no le importa tu área afectiva.

lunes, 9 de febrero de 2015

ORAR, ALABAR, LLAMAR Y CONFESAR

¿Está afligido alguno entre ustedes? Que ore. 
¿Está alguno de buen ánimo? Que cante alabanzas. 
¿Está enfermo alguno de ustedes? 
Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. 
La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. 
Y si ha pecado, su pecado se le perdonará. 
Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, 
para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz.
Santiago 5:13-16

Le gente en esta posmodernidad le gusta lo simple, los tips, los trucos, quieren soluciones rápidas y los artículos de revista más leídos tal vez son aquellos que resuelven situaciones cotidianas con consejos sin muchos requisitos, la verdad leí este pasaje y tuve de alguna manera la misma sensación, son soluciones sencillas a situaciones comunes, una vez más se refleja cuánto nos conoce Dios que habla a nuestros corazones de manera que podamos entenderlo.

Ante la tristeza el mejor remedio es la oración, una oración sincera delante del Señor siempre va a alivianar nuestra carga, tal vez la situación no cambie pero cuando entregamos nuestros asuntos a Dios significa que no vamos solos luchando sino que queremos contar con su ayuda. 

En aquellos momentos de felicidad qué bueno no olvidarse de nuestra mayor fuente de alegría: Dios. La alabanza reconoce a Dios, le da la gloria que se merece y aumenta en nosotros el sentimiento de júbilo, cuando venga el tiempo de la bonanza no olvidemos a quien nos consoló en medio del dolor.

Nuestro cuerpo se va desgastando y es imposible evitar el deterioro que en ocasiones resulta en una enfermedad, tenemos recursos humanos, la medicina, para aliviarnos pero también debemos echar mano de los recursos espirituales que Dios provee, en este caso, se nos invita a buscar ayuda en las personas que nos llevan ventaja en la búsqueda y conocimiento del Señor, la oración es poderosa no solo para sanar a los enfermos sino para traer ayuda, consuelo y perdón a quienes han fallado, lo importante es no tener guardados, a Dios no le interesa que cargues a escondidas con errores que pueden ser tratados a la luz de su presencia, busquemos personas maduras espiritualmente, pastores, líderes, hombres y mujeres de Dios que puedan ayudarnos en nuestras debilidades, no siempre hay dedos acusadores, el Señor ha provisto personas llenas de Él que ayudan con misericordia a quienes han caído.

Espero que en adelante pensemos en orar más cuando estemos tristes.
Que nuestra alabanza aumente en los momentos de alegría.
Que en la enfermedad busquemos ayuda y pidamos intercesión.
Que cuando nos equivoquemos confesemos para recibir restauración.
La oración tiene poder, la que hacemos y la que hacen por nosotros

lunes, 2 de febrero de 2015

ÉL HACE LO QUE QUIERE

Yo sé que el Señor, nuestro Soberano,
es más grande que todos los dioses.
El Señor hace todo lo que quiere
en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos sus abismos.
Salmos 135:5-6

Muchos de nosotros creemos en Dios y reconocemos que existe, que es Soberano y Poderoso, eso debería ser suficiente para confiar plenamente en Él y en su Voluntad para nuestra vida, sin embargo no es raro encontrar personas de fe afanadas, estresadas y angustiadas porque tienen miedo al futuro, porque dudan de la provisión del Señor, porque no están seguros si Dios realmente suplirá lo que necesitan o porque consideran que lo único que los salvaría es un milagro pero realmente nadie podría hacerlo. 

Cuando decimos como el salmista “…El Señor hace TODO lo que quiere” (mayúsculas añadidas) estamos declarando que nada le queda grande, no hay enfermedad, problema, dificultad, situación o crisis que pueda resistir a su Poder.  Ese es el Dios en quien yo creo, un Dios que no nos creó para abandonarnos sino que hoy día tiene el mismo poder que usó para abrir el Mar Rojo, es Dios de imposibles porque para lo posible estamos nosotros.

Creo que ahora no hay más milagros porque definitivamente no estamos preparados en nuestra fe para vivirlos, ahora nos estamos limitando a pedir el pan de cada día pero no oramos por la resurrección de un muerto porque no creemos que Dios pueda hacerlo, tal vez nuestro problema no es la idolatría pero sí el creer que Dios no es Todopoderoso lo cual es igual o peor.

Otra perspectiva es que cuando pedimos parecemos más llenando un buzón de sugerencias a Dios para que mejore su servicio, le contamos nuestro problema y también ofrecemos la solución que consideramos es la mejor, le damos ideas al Señor para que nos responda tal cual nosotros queremos, ahí estamos olvidando que es Omnisciente; la actitud debería ser clamar al Omnipotente para que su Voluntad buena, agradable y perfecta sea real en nuestras vidas.

No olvides que nada ni nadie puede escapar al poder de Dios.


¡Cuando pidas cree!

SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...