No se enoja fácilmente, no guarda rencor.
1 Corintios 13:5
En general 1 Corintios 13 es un pasaje bastante mencionado porque hace referencia al amor, justo por ser ese el tema es pertinente estudiar a fondo qué significa amar a la manera de Dios y cuando se confronta la definición de Dios con lo que hoy la gente considera es amar, las diferencias son muchas.
Este versículo dice que el verdadero amor no lastima al otro, no busca dañar porque no es egoísta, eso quiere decir que amar al otro excede el amor a sí mismo, no eres tu foco de atención, por el contrario, siempre vas a procurar el bienestar de aquel a quien amas. Otra de las evidencias es que muchas veces se pasan por alto las ofensas porque importa más la relación que el daño que tú mismo puedas sentir, tiene más peso lo bonito que has cultivado que el mal momento que puedas estar pasando.
Amar significa no enojarse por todo, tal vez molesten ciertas cosas pero rápidamente se puede volver a restablecer la relación, eso significa no guardar rencor, superar con premura los disgustos y no quedarse reclamando una y otra vez por lo mismo, no traer en repetidas ocasiones ofensas pasadas, no guardar rencor acá se expresa con el mismo vocablo que se usa para llevar el registro contable, cuando amas no vas anotando en tu corazón las afrentas sufridas ni los errores ajenos; entre otras porque tienes claro que la humanidad es limitada e imperfecta y por eso habrá equivocaciones. Sin embargo la persona que ama toma cada ofensa y la entrega a Dios y es capaz de restaurar la relación desechando cualquier idea de revancha.
Cuando vayas a decirle a alguien que lo amas, piensa si en realidad lo estás haciendo, piensa si de veras no buscas ser feliz sino hacer feliz a los demás, no hay nada más bonito en el corazón que saber que alguien se siente amado por uno, es una felicidad que te capacita para seguir amando a pesar del error del otro.
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