lunes, 16 de julio de 2018

NO PASÓ NADA


El odio es motivo de disensiones,
pero el amor cubre todas las faltas.
Proverbios 10:12

El odio y el amor pueden ser los sentimientos más frecuentes con los que lidia el ser humano, todos dicen querer ser amados pero si analizamos la situación actual, tal parece que es más fácil para la mayoría odiar que amar. Cada uno quiere imponer su punto de vista, nadie quiere ceder en sus pretensiones, todos quieren obtener la mejor parte sin importar lo que otros puedan sufrir. Sin embargo, si a cada persona le preguntamos cómo se percibe y qué espera de los demás, su respuesta probablemente va a ser: soy una persona que ama y le gusta que la amen. Entonces, ¿por qué las evidencias muestran todo lo contrario? Porque el odio está imperando, sin darnos cuenta cada vez nos alejamos más de aquello que tanto anhelamos, seguro todos queremos ser amados y para eso debemos amar.

Mucho se habla del amor, muchas definiciones han surgido a partir de esa palabra, muchos creemos haber amado, sin embargo, todas las acepciones humanas se quedan cortas cuando las comparamos con lo que dice la Palabra de Dios. El amor humano es egoísta, es conveniente, es pasajero, muchas veces consideramos estar amando y lo que en realidad sucede es que estamos respondiendo a lo que el otro nos dé. Eso no es amor, eso es retribución. El amor, tal como lo plantea Dios es dar, dar sin medida, dar sin esperar e incluso dar aunque el otro no pague de la mejor manera. El amor cubre todas las faltas, es decir, quien ama le interesa más la relación que el agravio que haya sufrido, con todo esto lo primero que tengo que decir es que aún no sé amar, tengo que mirar al ejemplo de amor perfecto para luego mirar a los demás con amor, es increíble la incapacidad para dar lo que el Señor me ha dado: amor, es tan fácil demandarlo y tan difícil entregarlo.

No es fácil pasar por alto una ofensa pero es ese el tipo de amor que Dios enseña.



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