lunes, 20 de mayo de 2019

PRIMERO LA OBEDIENCIA

Por eso, cumplan todos los mandamientos que hoy les mando, 
para que sean fuertes y puedan cruzar el Jordán
y tomar posesión de la tierra.
Deuteronomio 11:8

Con Dios primero es la obediencia y luego la bendición; el Señor te está pidiendo obediencia absoluta, todos sus mandamientos los ha dejado para protegerte y para fortalecer tu carácter mientras llega ese milagro por el que has orado. 

Si lees todo Deuteronomio 11, vas a encontrar que el Señor les hace un repaso de lo que podría suceder si deciden andar por su propio camino y les recuerda las maravillas que Dios ha hecho a favor de su pueblo, por eso cuando tengas dudas respecto a obedecer, mira hacia atrás, recuerda las consecuencias de tu rebeldía y haz memoria de lo que ha sucedido cuando decides escuchar la Voz de Dios; Él hace milagros, Él va a respaldar tu fidelidad, no te dejes desanimar si en principio pareciera que no tiene sentido, sigue perseverando en lo que Dios pide que hagas y Él se encargará de retribuirte, a Su tiempo y a Su manera.

De verdad tu Padre quiere lo mejor para ti, quiere prolongar tu vida, que sea abundante, productiva, de fruto, pero recuerda, la bendición solo va precedida de obediencia.

Ten presente que Dios te está diciendo que la fortaleza que necesitas la vas a hallar en la obediencia, haz una oración sincera preguntándole qué quiere que hagas, qué decisiones debes tomar, qué debes abandonar o qué debes conservar, esta oración debe ir acompañada de la firme decisión de obedecer sin importar qué tanto te guste la respuesta, puedes confiar porque la obediencia te prepara para las batallas que en adelante librarás ya que no estarás peleando en tus fuerzas sino descansando en el Señor.

Dios te está dando hoy a elegir entre la desobediencia que lleva la separación de Dios y de su protección o la obediencia que te llevará a tomar posesión de aquello que ya te ha prometido. 

No desesperes, Él lo dijo, Él lo hará


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