Toda la comunidad israelita partió del desierto de Sin por
etapas,
según lo había ordenado el Señor. Acamparon en Refidín,
pero no había allí agua para que bebieran, así que altercaron con Moisés.
pero no había allí agua para que bebieran, así que altercaron con Moisés.
—Danos agua para beber —le exigieron.
—¿Por qué pelean conmigo? —se defendió Moisés—. ¿Por qué provocan al Señor?
Éxodo 17:1-2
—¿Por qué pelean conmigo? —se defendió Moisés—. ¿Por qué provocan al Señor?
Éxodo 17:1-2
Ante la sed, el pueblo de Israel dejó ver
su descontento y desconfianza fruto de la mala disposición
en sus corazones, eso los volvió violentos e impacientes con Moisés,
desconociendo que era el escogido de Dios y su representante en ese momento, se
notó en sus palabras, en su trato a Moisés, en el lenguaje a Dios, pusieron en
duda su presencia y su respaldo, a pesar de que anteriormente habían visto sus
milagros y su provisión, cuando llegó la dificultad olvidaron lo que el Señor
había hecho por ellos en otros momentos difíciles y asumieron una actitud de
queja que evidenciaba lo incrédulos que seguían siendo, es porque el corazón
del hombre nunca se va a cansar de recibir, somos tan dependientes de lo que
nuestros ojos ven, que cuando no vemos, nos desesperamos, ¡cuánto nos falta
para aprender a vivir por fe!
La incredulidad hace que yo dude de la presencia
de Dios en mi vida todos los días, de su Providencia, no reconozco que Él es
Soberano en todo lo que vivo y olvido las promesas que me ha dado, si Dios les
dijo que los llevaría a la Tierra Prometida, así sería, independiente de las dificultades, ellos llegarían porque Dios lo había prometido, las pruebas no me pueden llevar a
dudar de la provisión de Dios, es allí donde más debo seguir creyendo, eso me
fortalecerá para atravesar el desierto y no dejarme abatir por la sed.
Evidencias de un corazón incrédulo: Altanería, impaciencia,
violencia, hablar con tono de pelea, queja y renegadera.
Piensa qué actitudes de estas son tu constante,
cuáles de ellas te describen, pídele perdón a Dios por eso y decide cambiarlas
por actitudes de fe.
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