EL EDIFICA Y EL CUIDA

Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes.

Salmo 127:1

Es claro el versículo de hoy, si Dios no es lo primero en tu vida, no es nadie y si Él no está vanos serán tus esfuerzos, si cada paso que damos no se lo entregamos al Señor simplemente serán zancadas que probablemente no nos lleven a ninguna parte o nos cansen hasta hacernos desfallecer, ayer hablaba con alguien sobre la importancia de soñar, sin importar la edad, tener proyectos, sin importar si acabamos de fracasar, pero el ingrediente fundamental es mi confianza y dependencia de Dios, de hecho el más interesado en que emprendas, avances y asciendas es precisamente Él y quiere estar presente en cada uno de tus logros, si pretendes seguir la vida dando tumbos seguro vas a cansarte y finalmente desistirás pero si entregas cada momento, cada anhelo, cada ilusión, cada trabajo, seguro vas a tener Su Respaldo y aún cuando las cosas no salgan bien vas a estar más fortalecido y maduro porque perder nos enseña y/o nos recuerda que seguimos siendo limitados, imperfectos, insuficientes, cuando creo en Dios y entrego toda área de mi vida a Él sé que cada día, cada reto, cada tropiezo lo doy de Su Mano y no quedaré tendido.

El versículo habla sobre quien edifica, quien pone las bases que luego van a sostener, esa es la figura que tu corazón debe darle a Dios porque Él te hizo; pero luego de construida la casa debe ser cuidada, así que Dios no sólo te creó sino que quiere cuidarte cada día de tu vida, no te alejes de Él, no te niegues a su protección, finalmente es la única que permanece.