Ante ti, Señor, están todos mis deseos;
no te son un secreto mis anhelos.
no te son un secreto mis anhelos.
Salmo 38:9
En el camino a
alcanzar nuestras metas lo más acertado es contarle a Dios todo los sueños que
tenemos, aprovechemos este primer mes del año para presentar nuestras
peticiones a Dios creyendo que sólo Él tiene el poder para conceder todo lo que
anhelamos, de hecho sabe muy bien lo que queremos y se los contamos no para
enterarlo porque Él todo lo sabe sino como señal de nuestra fe en Él, cada vez
que le pides algo a Dios debes estar convencido que su respuesta será la mejor.
- Tal vez has sentido que a nadie le importa lo que quieres, pero a Dios sí.
- Tal vez has pensado que eso que pides es imposible, pero Dios tiene el poder para hacerlo.
- Tal vez te has avergonzado por algo que en tu corazón quieres mucho, pero Dios no se escandaliza.
- Tal vez no has vuelto a soñar, pero Dios quiere que lo hagas.
Toma tiempo y
piensa en aquello que te gustaría tener o vivir, piensa en nuevos proyectos aún
cuando las circunstancias actuales no sean las mejores, dedica tiempo a soñar y
a trabajar por tus sueños, eso sí, lo primero es presentar a Dios tus
peticiones, con el tiempo vas viendo que el Señor te da regalos increíbles y cuando
contesta que no es porque realmente es lo mejor para ti.
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