envía la lluvia sobre la tierra
y hace crecer la hierba en los montes.
Salmo 147:8
Cuando vemos el cielo nublado solemos ponernos tristes, nos quejamos y empezamos a pensar que ya viene el aguacero y a la mayoría esto le disgusta, ver el cielo gris nos hace pensar que el día se dañó y se dañó porque luego inevitablemente viene la lluvia, sin embargo, la lluvia en el versículo está descrita como el instrumento de Dios para bendecir la tierra, es decir sin agua la hierba, las flores, los montes morirían, esto sin hablar de los animales, en nuestra vida pasa igual, tenemos días nublados, no sale el sol, pasamos dificultades y creemos que no vamos a ser capaces de superarlas, miramos al cielo y pareciera que nuestro Padre Celestial no estuviera actuando a nuestro favor, oramos y sin embargo nada mejora y de repente...¡viene la lluvia! es decir, todo empeora, al menos eso es lo que creemos, sin embargo Dios permite las lluvias en nuestra vida para hidratarnos, para hacernos crecer, para que demos fruto, piensa por un momento en una situación difícil ya superada, analiza como eras antes y reflexiona en lo que maduraste, claro está que mejoraste siempre y cuando hayas tomado la decisión de aprender del chaparrón, si no, créeme que vas a vivir en medio de los diluvios de tu vida sin avanzar y con el agua al cuello.
La próxima vez que venga una nube a tu vida, dale gracias a Dios por la lluvia venidera porque sin duda cuando escampe verás la bendición del Señor en ti.
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