Por lo tanto, manténganse firmes y
no se sometan nuevamente al yugo de esclavitud
En Cristo Jesús de nada vale estar o no estar circuncidados;
lo que vale es la fe que actúa mediante el amor
Gálatas 5:1, 6
Jesús no sólo fue a la Cruz para redimir tus pecados, darte vida eterna y restablecer tu relación con el Padre, Él también quiere que vivas libre, vivir libre es mantenerme firme en tu fe en el Hijo de Dios y no seguir sometido a la Ley que presenta un Dios castigador, a pesar de eso es curioso ver cómo muchas personas deciden seguir viviendo como esclavos, en este versículo habla de la esclavitud de quienes viven por la Ley, ignorando la Gracia que Dios a través de Cristo nos ha regalado. ¿Para qué someterse nuevamente al yugo de esclavitud? Eso equivale a ignorar la obra de redención que Cristo con su muerte vino a cumplir.
Cuando se habla de vivir por Ley se refiere a basar nuestra relación con Dios en reglas, normas, leyes y no a actuar por convicción, lo que el Señor espera es que tu fe te lleve a la intimidad con Él, de manera tal que de tu corazón fluya la obediencia, no es el sometimiento a la Ley, es más bien obediencia por amor; Jesús vive en tu corazón por tu fe y es esa fe la que obra por amor y no al revés. Recuerda que Dios no te ama por tu mucho hacer, además buscar complacer a Dios por lo que hago es despreciar la Bendita Gracia a la que por medio de Su Hijo Jesús hemos sido llamados.
Vive la libertad que Dios te ha dado para servir en amor a los demás, antes de hacer algo piensa si eso beneficia a alguien o le muestra que lo amas, finalmente Jesús dijo que el amor a los demás era parecido al mandamiento más importante y así resumió la Ley:
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón,
con todo tu ser y con toda tu mente”
—le respondió Jesús—.
Éste es el primero y el más importante de los mandamientos.
El segundo se parece a éste:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo.”
De estos dos mandamientos dependen toda la ley y los profetas.
Mateo 22:37-40
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