No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que
tienen,
porque ésos son los sacrificios que agradan a Dios.Hebreos 13:16
Para quienes creen en Dios con fe genuina siempre
será importante hacer lo que a Él le agrada y siempre será importante lograrlo,
sin embargo la perspectiva humana para agradar difiere bastante de la
perspectiva del Padre Celestial.
Muchos piensan que el corazón de Dios se
alegra en sacrificios corporales, en votos de pobreza, en vidas de simpleza, en
recorridos extenuantes, en golpes de pecho, en usar tal o cual vestimenta y si
leemos el pasaje de hoy es más sencillo que todo lo anterior; a Dios le agradan
las personas generosas, dadivosas, amplias.
Lo que sucede es que para muchos su apego
al dinero es tal que preferirían cualquier otro tipo de sacrificio y no el
económico, claramente lo dice su Palabra: a Dios le agrada que compartas lo que
tienes. Seguramente estás pensando: a mí no me alcanza el sueldo, yo estoy es
para que me den, de dónde voy a dar si escasamente me alcanza para lo mío,
cuando me gane x dinero si voy a ser generoso o cualquier respuesta por el
estilo. Lo único evidente, si es este tu caso, es que no estás agradando a
Dios.
Compartir es negarse al egoísmo y pensar en
el otro, recuerda que no es dar lo que te sobre, sino abstenerte en ocasiones
para pensar en alguien más. Es decirle a
tu prójimo que no está solo, que estás ahí para apoyarlo, te invito a que no
contemples más tu vida y mires a tu lado, seguro hay alguien que necesita que
le des de lo que tienes.
Te invito a que en este 2016 te propongas a
ser más dadivoso
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