Cuando Jesús lo vio allí, tirado en el suelo,
y se enteró de que ya tenía mucho tiempo de estar así, le preguntó:
—¿Quieres quedar sano?
Juan 5:6
Jesús le hace esta pregunta a un inválido y la respuesta parece obvia pues es imposible que alguien no quiera ser sano, sin embargo, el hombre no le respondió a Jesús, en cambio empezó a quejarse sobre sus circunstancias porque no tenía ayuda, es decir, contestó lo que no le habían preguntado.
¿Te parece muy desatinado el inválido? Seguro piensas que tu hubieras sido más acertado para responder, sin embargo muchas veces tu tampoco respondes, por el contrario, te dedicas a quejarte por tus circunstancias, porque no tienes lo que quieres, porque nadie te ayuda, porque es muy difícil todo lo que vives.
Jesús te está preguntando hoy ¿Quieres quedar sano? ¿Quieres dejar tu cama? ¿Necesitas ayuda? Piensa en tu respuesta para que sea sincera, ella debe estar de acuerdo a tu corazón, tal vez estás tan aferrado a tu situación que ya te da pereza salir de ella o tal vez no creas que Jesús tiene el poder para controlar cualquiera sea la dificultad que atraviesas, empieza por decirle a Jesús que quieres avanzar, que quieres dejar atrás tu dolor, que la única ayuda que necesitas es la sobrenatural que viene de lo alto, ese es el primer paso para que Jesús obre milagros en ti.
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