Así que David consultó a Dios:
—¿Debo
atacar a los filisteos?
¿Los entregarás en mi poder?
—Atácalos
—le respondió el Señor —,
pues yo los entregaré en tus manos.
1 Crónicas 14:10
Los filisteos ya sabían que David había sido ungido rey y quisieron atacarlo para tratar de frenar su poder; lo sorprendente y que te debe servir de ejemplo es que el recién elegido majestad, no se llenó de orgullo por su posición, sino que consultó a Dios, eso debería ponerte a pensar en tus reacciones ante los ataques, tal vez respondes a las provocaciones de manera rebelde, belicosa o altanera. O quizá cuando enfrentas dificultades empiezas a elaborar estrategias, buscar soluciones, tocar puertas o te estresas y realmente nada de eso ofrece solución.
David hoy te da ejemplo de lo que primero se te debe ocurrir ante los avatares que no faltan. Antes de llamar a sus comandantes y de organizar su ejército para la inminente batalla, consultó a Dios, ese es el orden, primero debes hablar con el Señor y esperar su respuesta, luego Él se encargará de abrir camino y mostrarte por dónde y cómo debes dirigirte.
Ahí surge otro punto y es que David hizo exactamente cómo Dios le mandó, no es sólo orar, consultarle y ya, es también estar dispuesto a obedecer, de lo contrario es como si sólo le informaras tus intenciones pero sin disposición a cambiar tus planes si así Él lo quiere, por eso, antes de cualquier decisión es primordial la ayuda celestial, así el Señor se va a encargar de todo porque confías en que Él tiene el control
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