jueves, 26 de septiembre de 2013

LA SAL DE LA TIERRA

Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve insípida, 
¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, 
sino para que la gente la deseche y la pisotee.
Mateo 5:13

La sal es el recurso usado acá por Jesús para hablarnos del propósito para el cual Dios nos ha creado, en el momento en que Jesús habló así la sal era un elemento muy valioso, incluso podía ser el medio para pagar transacciones comerciales o jornales a los trabajadores, realmente era de gran estima, ahora bien, si pensamos en los usos de la sal podremos entender mejor que nos quiso decir Jesús con este versículo:


  • La sal preserva los alimentos, los conserva, así mismo nosotros debemos cuidar a los demás para que no se dañen, cuidar cómo les hablamos, procurar el bienestar del otro, no actuar de manera egoísta.


  • La sal da sed, así mismo nuestra vida debería dar sed de Dios, con nuestro ejemplo debemos despertar el apetito por el alimento espiritual, que las personas que nos conozcan sean afectadas por nuestra sal, que mi vida contagie amor, humor, actitud de fe, disposición, excelencia en nuestro trabajo, invitar con nuestra vida a vivir de manera íntegra, crear hambre y sed de Dios con nuestra conducta.


  • La sal da sabor, ¿realmente doy sabor a las personas a mi alrededor? que yo sea aliento para mi familia, compañeros de trabajo, vecinos, que en mi vean a alguien que puede ayudar, ser apoyo, que me vean gozosa, la sal definitivamente modifica el medio que la rodea, así mismo, yo debo afectar positivamente el medio en el que vivo.

Seguramente tendrá más usos, por ahora reflexionemos en estos, ahora bien Jesús finaliza el versículo afirmando que si la sal pierde sus propiedades, y eso puede pasar, no sirve para nada, solo para ser desechada, si tu no quieres hacer aquello que Dios te ha mandado, Él buscará a alguien más dispuesto a ser usado por nuestro Padre celestial, que triste que este sea nuestro caso, seamos sal donde quiera que vamos, impactemos las vidas de quienes nos rodean, si no doy sabor realmente mi vida no tendría el sentido que Dios quiere darle.


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