¡Ánimo! ¡Luchemos con valor por nuestro pueblo
y por las ciudades de nuestro Dios!
Y que el Señor haga lo que bien le parezca.»
2 Samuel 10:12
El ejército de David estaba en medio de la guerra curiosamente cuando estaba buscando la paz, habían querido tener un gesto de amabilidad con los amonitas y lo que recibieron fue un agravio bastante doloroso, por eso atacaron, por eso salieron a pelear, lo que quiero resaltar acá no es el acto bélicoso, sino la actitud de Abisay frente al adversario: él estaba diciendo que haría su parte y confiaba en que Dios haría la suya, seguramente sus hombres sabían de las fortalezas de su enemigo, los amonitas habían hecho alianzas y contratado mercenarios, sin embargo este hombre no miró lo fuerte del contrincante, por el contrario, estaba animando a sus soldados para que tomaran ánimo, dieran lo mejor de ellos y de ahí en adelante era decisión de Dios darles o no la victoria.
Eso hace un verdadero líder, alienta a su equipo en medio del conflicto, aunque tenga miedo y reconozca lo difícil de la situación, se enfoca en hacer su parte y confiar en la Soberanía de Dios para el resto, esto implica total confianza en el Señor, lo que Abisay estaba diciendo era: miren saquemos lo mejor de nosotros, salgamos a ganar, hagamos las cosas bien y esperemos la respuesta de Dios, eso es diligencia, porque no se quedaron quietos, no se rindieron aún cuando era complicado el contrincante, pero también es fe porque reconocen que finalmente el resultado le pertenece a Dios.
Muchas veces no luchamos por algo que queremos porque lo vemos imposible, no nos trazamos metas porque pensamos que no lo vamos a lograr, no planteamos objetivos de vida porque nos creemos incapaces, eso no es lo que Dios quiere para nosotros, es hora de mirar nuestro futuro no como un gigante que me va a aplastar, sino como la oportunidad para recibir la bendición de Dios, hoy te invito a que cobres ánimo, a que luches con valor por tus sueños, a que redactes un propósito para tu vida y empieces a tomar acción, de ahí en adelante... "El Señor hará lo que bien le parezca"
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