lunes, 28 de julio de 2014

TODO ES PARA BIEN

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas 
para el bien de quienes lo aman,
los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. 
Romanos 8:28


Hemos vivido situaciones tan tristes que no vemos nada positivo en ellas y seguro de momento parecen no tener nada rescatable, sin embargo lo que Dios dice hoy en su Palabra es que aún lo más nefasto que hayamos atravesado traerá algo bueno para nosotros, seguramente no entendemos y si al momento de la dificultad alguien dice que todo es para bien, lo miraremos con cara de "tu no sabes lo que estoy sufriendo, por eso lo dices".

Es verdad que hay problemas delicados que casi nos destruyen pero en esos instantes tenemos que recordar que aquello que no podemos calcular está al control de Dios, Él sabe el principio y el fin de todo cuanto nos sucede y en el dolor lo único que tenemos que hacer es confiar en el Señor y en su Palabra. Si Él ha dicho que todo es para bien creamos y esperemos.

Hay un condicional para que todo nos ayude a bien y es amarlo, así que ¿amas a Dios? entonces no te estreses, no te angusties, tu esperanza debe ser que le amas y Él va a hacer algo bueno de cada situación que afrontas, es necesario también recordar que su llamado implica que Dios toma parte activa en mi vida y toda circunstancia que Él permite trae algo bueno, tal vez no de inmediato, tal vez no entendible, tal vez no perceptible de repente, pero siempre vendrá algo bueno. Lo que sucede también es que el cumplimiento del propósito de Dios tiene un proceso y nada lograremos si nos resistimos a este, la resistencia lo único que trae es demora y aunque somos dados a querer resultados inmediatos, con Dios no funciona así, su obra en nuestras vidas es un caminar, es un transformar que requiere tiempo y esfuerzo de nuestra parte.

En adelante mira tus problemas como una oportunidad para que Dios manifieste su gloria en tu vida, no hay dolor, dificultad, angustia, enfermedad, escasez, persecución, demanda, ruptura, abandono o pérdida mayor al poder del Señor obrando en tí, no temas, confía y espera la bendición que vendrá producto de aquello que hoy te está haciendo llorar.

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