viernes, 20 de noviembre de 2015

NI TARDE NI TEMPRANO

Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.
A pesar de eso, cuando oyó que Lázaro estaba enfermo,
se quedó dos días más donde se encontraba.
Juan 11:5-6

Creo que todos han escuchado sobre la resurrección de Lázaro, sin embargo, leyendo este pasaje hay aspectos previos que impactan porque realmente el propósito de Dios finalmente se cumple aún cuando a primera vista pareciera que no hay solución.
 
Por estos versículos queda claro que Jesús era amigo cercano de estos tres hermanos y los amaba. Sin embargo una vez recibe la noticia de la enfermedad de este hombre se quedó dos días más donde se encontraba. Seguro esta no era la reacción que se esperaba de un amigo cercano, además porque las hermanas del difunto conocían del poder de Jesús y le avisaron con la esperanza de que el dejara todo lo que estaba haciendo para ir y sanar a Lázaro y lo que sucede es que se queda dos días más.
 
¿Acaso no le importó?
¿Se iba a quedar quieto ante esta situación?
¿Es Jesús indolente?
 
Para nada, posteriormente vemos a Jesús llorando por el dolor que causaba la muerte de su amigo, sin embargo, permaneció dos días más donde se encontraba porque sabía que Dios tendría un propósito glorioso con esta situación, Jesús no llega temprano, tampoco se demora, simplemente es oportuno. Muchas  veces la reacción ante una dificultad es dejar todo tirado y tratar de resolver la situación de cualquier manera, eso no es confiar en Dios y en su Poder, eso es intentar resolver las cosas de forma humana, Jesús esperó, Jesús confiaba en el respaldo de su Padre también en esta situación, sin duda Jesús sabía que a Dios no lo detiene la enfermedad ni la muerte.
 
Piensa hoy en ese problema que crees que ya no tiene solución, cuéntale a Jesús, seguro Él no va a venir inmediatamente pero llegará a tiempo, simplemente confía.
 
Ante tu pesimismo mira lo que Jesús contesta:
 
 
 
 
 

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