Creció en su presencia como vástago tierno,
como raíz de tierra seca.
No había en él belleza ni majestad alguna;
No había en él belleza ni majestad alguna;
su aspecto no era atractivo y nada en su
apariencia lo hacía deseable.
Despreciado y rechazado por los hombres,
varón de dolores, hecho para el sufrimiento.
Todos evitaban mirarlo;
fue despreciado, y no lo estimamos.
varón de dolores, hecho para el sufrimiento.
Todos evitaban mirarlo;
fue despreciado, y no lo estimamos.
Ciertamente él cargó con nuestras enfermedades
y soportó nuestros dolores,
pero nosotros lo consideramos herido,
golpeado por Dios, y humillado.
Él fue traspasado por nuestras rebeliones,
y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz,
y gracias a sus heridas fuimos sanados.
y soportó nuestros dolores,
pero nosotros lo consideramos herido,
golpeado por Dios, y humillado.
Él fue traspasado por nuestras rebeliones,
y molido por nuestras iniquidades;
sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz,
y gracias a sus heridas fuimos sanados.
Isaías 53:2-5
Para quienes no saben, este pasaje habla, muchos años antes de que
sucediera, de lo que Jesús iba a sufrir, describe todo el dolor, horror y maltrato
que sufrió el Hijo de Dios en la cruz y del propósito de haber vivido todas
estas angustias.
Jesucristo vino a este mundo no para vivir su vida, sino para entregarla por amor a ti, seguro tienes sueños, proyectos, ilusiones que buscas materializar a medida que maduras, sin embargo para el Hijo de Dios no fue así, Él no vivió su vida, sino que ofreció su vida para que vivieras en paz. Ya no es necesario que sigas entregado a tu enfermedad, tu escasez, tu
frustración o tu pecado porque Jesús cargó con todo ello y lo dejó en la Cruz,
Él ya pagó el precio por ti, no es necesario que vivas crucificado, apocado,
limitado o sintiéndote culpable, tienes que saber que alguien ya lo hizo por ti.
No creas que nadie entiende tu dolor, tanto físico como emocional, Jesús lo soportó.
No pienses que tu pecado ya no tiene solución, Jesús pagó por eso.
No vivas atemorizado por el castigo de Dios, Jesús fue azotado por ti.
Te invito a que hoy pienses en la muerte de Jesucristo, la Cruz ofrece una mirada de perdón y salvación; de sanidad y medicina.
Jesucristo no va a actuar en ti de acuerdo a lo que eres, sino a lo que Él ya hizo por ti.
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