lunes, 27 de junio de 2016

ESPERAR CON PACIENCIA


Al Señor esperé pacientemente,
y El se inclinó a mí y oyó mi clamor.
Me sacó del hoyo de la destrucción, del lodo cenagoso;
asentó mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos.
Puso en mi boca un cántico nuevo,

un canto de alabanza a nuestro Dios;
muchos verán esto, y temerán,
y confiarán en el Señor.

Salmo 40:1-3



A nadie le gusta esperar, mucho menos en estos tiempos de hornos microondas, comidas precocidas y elementos desechables. Ahora lo útil es lo que puedes usar ya, al instante, es lo más cómodo y lo que demanda menos esfuerzo.



Muchas personas quisieran que las soluciones que requieren en cualquier área de sus vidas funcionen tan rápido como el mundo moderno, pero no es así, algunos oran por sus peticiones y problemas pero no llega la respuesta y van perdiendo la esperanza.



La Voluntad de Dios no avanza a la velocidad de los caprichos de sus hijos, con Él no funciona igual, Él no va en la misma dirección del sistema mundial, por eso, para ver las respuestas del Señor es necesario que tu corazón sea paciente, porque eso demuestra que sigues creyendo aunque la respuesta no llegue de manera inmediata, lo importante es que confías en que va a llegar.



La gloria de Dios la recibe y la ve quien esté dispuesto a esperar, mientras la respuesta a tu oración llega lo mejor es que sigas confiando en el Creador, de lo contrario vas a perder la esperanza y hasta la cordura. Recuerda que no estás confiando en cualquier persona, estás poniendo tu confianza en el Omnisciente y Omnipotente Dios que no llega tarde pero que quiere encontrar en ti un corazón que le cree.

El resultado será que no sólo recibirás una respuesta a tu favor sino que muchos otros verán como el Señor te respalda y por ello van a creer, es decir, tu actitud frente a los problemas puede hacer que muchos lleguen a conocer a Dios de manera personal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SIN MIEDO

Cuando siento miedo,  pongo en ti mi confianza Salmo 56:3 Aún en medio de las batallas, David seguía alabando a Dios y tenía el tiempo para ...