Porque somos hechura de Dios,
creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios dispuso de antemano
a fin de que las pongamos en práctica.
Efesios 2:10
Si alguna vez has sentido que eres un accidente o un fracaso bien te haría volver a leer el versículo de hoy, así te quedará claro que no eres un producto del azar ni el resultado de una torpeza; fuiste pensado en el corazón mismo de Dios.
No solo eso, cuando el Creador pensó en ti también planeó un propósito para tu vida, no vienes a la tierra a ser parte de una estadística, hay una buena obra que debes llevar a cabo, eso quiere decir que todos tus dones, talentos y habilidades han sido regalados de manera intencionada por Aquel que te llamó a existencia, cuando logras entender esta verdad podrás pedirle a Dios que te revele cuál es ese plan personalizado, ajustado a tu medida y luego de conocerlo empezarás a tomar decisiones considerando si realmente están de acuerdo al objetivo divino, eso evitará que pierdas tiempo en asuntos que van en contravía a tu llamado.
Dios mostró cuánto le interesas al hacerte único y con una misión única, la idea ahora es que la pongas en práctica, si no habías pensado al respecto, saca el tiempo, analiza tu vida, piensa en tus capacidades y pídele al Señor que te muestre dónde y cómo te quiere ver, luego empieza a trabajar en aras de cumplir aquello para lo que fuiste hecho.
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