los que van por sus caminos.
2 lo que ganes con tus manos, eso comerás;
gozarás de dicha y prosperidad.
Salmo 128:1-2
Cuando pienso en mi trabajo, en la empresa donde laboro o en mi profesión, pienso cómo Dios ha usado para bendición algo que en realidad no era lo que "me llenaba"; lo digo porque la actividad a la que me dedico no es lo que soñaba cuando joven ni lo que me apasiona, en ocasiones pensé que había sido una equivocación pero con el tiempo me he dado cuenta que todo hacía parte del plan de Dios pues Él mismo se ha encargado de llenar mi corazón en el área laboral y me ha bendecido demasiado en ese aspecto de mi vida, lo digo porque trabajo feliz, aunque suene idealista no trabajo por el dinero, trabajo donde trabajo porque he entendido que cada día es una nueva oportunidad para aprender, para enseñar, para crecer, para menguar y permitir que Jesús crezca en mi relación con mis jefes, mis compañeros, mis colegas, mis proveedores, cada persona que cotidianamente tengo que tratar, es triste ver como muchas personas sienten pereza al levantarse, odian los lunes, nunca se les ve sonreir, no saludan cuando llegan a su empresa, los días de pago son lo peor porque nunca están contentos con su sueldo, creo que así no nos quiere ver Dios.
Hablo del empleo porque el versículo de hoy nos está enseñando que Dios respalda el trabajo de quienes le temen, es decir quienes le obedecen. Vuelve a leer el versículo, habla de una persona dichosa, es decir gozosa, alegre, contenta, es una persona obediente, que no se aparta de Dios, que lo reconoce en todos sus caminos, que antes de tomar una decisión piensa si a l Señor le agradería lo que piensa hacer, esa es una persona dichosa, este tipo de gente será bendecida en todo lo que haga, podrá emprender proyectos, soñar, salir adelante, progresar y disfrutar de la prosperidad que viene de Dios fruto de la obediencia.
Es tu decisión ser o no una persona dichosa, Dios quiere que disfrutes lo que haces con tus manos, que goces con tu carrera, con tu profesión, con tu labor, pero está esperando tu obediencia para empezar a derramar bendiciones en tu vida.
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