viernes, 3 de octubre de 2014

TU ROSTRO PUEDE VERSE HERMOSO

 En la enfermedad, el ánimo levanta al enfermo;
¿pero quién podrá levantar al abatido?
Proverbios 18:14

Muchas veces deterioran más las enfermedades del alma que las meramente físicas, es diferente vivir una dolencia del cuerpo porque el malestar se puede mitigar con medicamentos, terapias o reposo, de hecho si estamos enfermos pero contentos eso mismo se constituye en el inicio de la recuperación. Pero lo que atañe al alma es más complicado, hay días donde no tenemos motivos para sonreir, al menos eso es lo que creemos, vivimos momentos de dificultad, escasez, angustia, ruptura, incertidumbre y nuestro ánimo se debilita, por más esfuerzo que hagamos no encontramos un aliciente para continuar y el desánimo incluso nos lleva a la enfermedad; es curioso porque si estamos enfermos pero animados podemos aliviarnos con más prontitud pero si tenemos salud con un ánimo abatido terminaremos por enfermarnos, el ánimo y la salud podría decirse, tienen una relación cíclica.

Hoy la invitación es a prestarle especial atención a nuestro ánimo, no dejemos que la temporalidad nos quite la visión de los milagros que Dios quiere obrar a nuestro favor, tal vez los asuntos de la vida no estén saliendo bien, sin embargo en el día más oscuro queda una razón para animarse y es ver como el Señor nos permite otro día de vida, podemos respirar, eso de por sí ya es un milagro, dice Proverbios 15:13: “El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor el espíritu se abate”, es un secreto de belleza, es el elíxir de la eterna juventud, lo que tanto se ha buscado Dios yo lo había pensado y está a nuestro alcance, entrega tu alma al Señor, confía en su obra, reconoce tus faltas y pídele que entre en tu corazón y haga de ti la persona que quieres que sea, este será el inicio de una relación de amor y confianza que se reflejará en tu rostro.


¿Quieres verte hermos@? Alegra tu corazón con la presencia del Rey.

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