lunes, 7 de diciembre de 2015

MIRANDO AL FRENTE

«Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado.
¡Voy a hacer algo nuevo!
Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta?
Estoy abriendo un camino en el desierto,
y ríos en lugares desolados.
Isaías 43:18-19
 
Es usual encontrar personas tristes y al indagar un poco en sus vidas se refleja que su amargura se debe a que no han podido dejar atrás el pasado, una y otra vez recuerdan con desconsuelo todo lo que han atravesado, lamentan lo que pudo ser y no fue, repiten en su mente cómo los maltrataron, lo que han perdido, lo que han sufrido, no significa que su dolor no sea real, sino que aferrarse a eso no trae ningún beneficio, por el contrario, añade más tristeza a un corazón que por estar mirando atrás no avanza y no alcanza la sanidad.
Dios nos dice que olvidemos las cosas de antaño, que no nos quedemos contemplando el ayer, es triste vivir como dice el adagio popular “todo tiempo pasado fue mejor”. ¡No, eso no es verdad! Dios dice que lo mejor está por venir así que tu pasado no determina tu futuro. Es cierto, lo que viviste sí sucedió, pero si ya causó dolor no tienes que quedarte en esa aflicción. Dios va a hacer algo nuevo en tu vida, pero Él dice que tal vez por estar mirando y lamentando el ayer vas a perder la oportunidad de ver la obra del Señor en tu vida, muchas veces lloras por lo que hoy no tienes y no disfrutas ni agradeces lo que hoy puedes vivir. Cuando tienes las manos ocupadas no puedes recibir y destapar otro regalo que te entreguen, lo mismo sucede con Dios, si estás reteniendo lo añejo ¿con qué manos vas a agarrar lo que Papito Dios tiene para ti?
Cree que Dios va a obrar milagros precisamente en esa área de tu vida que hoy te tiene tan lleno de congoja, suelta todo ese tormento de lo ocurrido y piensa en los nuevos caminos y los nuevos ríos que ya Tu Señor hizo y que en su momento los verás si decides andar de su Mano
 
 
 

 

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