miércoles, 2 de diciembre de 2015

SU PALABRA DERRITE LA NIEVE

Envía su palabra a la tierra; 
su palabra corre a toda prisa.
16 Extiende la nieve cual blanco manto, 

esparce la escarcha cual ceniza.
17 Deja caer el granizo como grava; 

¿quién puede resistir sus ventiscas?
18 Pero envía su palabra y lo derrite; 

hace que el viento sople, y las aguas fluyen.
Salmo 147:15-18


Si en algún momento no encuentras motivos para alabar a Dios lee el Salmo 147, no olvides la importancia de la alabanza no sólo porque El Señor la merece por completo sino porque es la mejor manera de suavizar tu vida. En ocasiones te concentras mucho en lo difícil, en tus problemas, en la enfermedad, en la escasez, en tu fragilidad porque sientes que ya no eres capaz de más. 

Ante todo este gris panorama considera todo lo que puede cambiar en tu vida cuando decides alabar:
  • La alabanza se trata de reconocer el Poder de Dios, de recordarlo, de no despreciar nada de lo que Él ha hecho, tu alabas cuando recuerdas en voz alta y hablando con Él todos los milagros que te ha permitido vivir.
  • La alabanza significa tener esperanza porque estás adorando al Omnipotente, a quien tiene poder y recorre la tierra sin límites, no pierdas de vista que tu vida está en las Manos de Aquel que puede enviar la nieve y derretirla en un instante, hasta lo más frío se deshace ante su Majestuosidad, así que ante la adversidad recuerda que Dios es más grande que cualquier problema.
  • La alabanza es evidencia de un corazón que confía a pesar de lo que sus ojos ven, es producto de la fe en el Señor que resucita, sana y salva.
Recuerda que Dios conoce tu tristeza y quiere venir a traer sanidad y edificación porque definitivamente no eres uno más para Él, a sus ojos eres especial y único, así que no dejes de confiar y esperar, mientras llega la respuesta alaba, en la alabanza encontrarás la fortaleza para seguir adelante

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