pues ya sabes que terminan en pleitos.
Y un siervo del Señor no debe andar peleando;
más bien, debe ser amable con todos,
capaz de enseñar y no propenso a irritarse.
2 Timoteo 2:23-24
Si hay algo que daña las relaciones y no ofrece solución alguna son las discusiones inútiles, no se refiere acá a los momentos donde estás en desacuerdo y expones con respetuosos argumentos tu inconformidad, acá se está hablando de alegatos que no llegan a ninguna parte, temas que en realidad carecen de importancia. A veces encuentras personas que pareciera les gustara vivir peleando y se la pasan buscando motivos para discutir, cualquier comentario se lo toman personal, se consideran despreciados y atacados por los demás, siempre llevan la contraria, nada les parece. Es ese tipo de polémicas las que debes evitar.
Dios quiere que seas una persona que edifica a todos los que te rodean, tus palabras deben ser constructivas, piensa que tu boca dice quién eres, trata de ser prudente en cada comentario y cuando veas que la conversación se está tornando infructuosa, redundante o están subiendo el tono de voz innecesariamente, detente. Acaba con esta pelea verbal que sólo va a resultar en una herida, una amistad fisurada o una relación rota.
Hoy la Palabra de Dios te invita a ser amable, es decir, que den ganas de amarte, que tu distintivo sea el afecto, la bondad, que tus palabras animen, levanten al caído y enseñen.
Recuerda: mantenerse lleno de amabilidad va a evitar que seas propenso a irritarte
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